«No hay noche tan oscura ni día tan fulgurante que no nos permita ver.»
La vida me ha demostrado que en el firmamento de nuestras vidas, siempre hay un lucero que nos puede ayudar a avizorar, encontrar, guiar, o hacer mejor y seguro el camino. Por eso debemos abrir los ojos, estar pendientes, tener fe que allí está y que podremos verlo. No es importante su forma, la fuerza de su luz; ni siquiera su nitidez, porque de alguna manera, que no nos está dado conocer, deviene de esa esencia omnipotente, omnipresente e infinitamente poderosa que es Dios, cuya obra más acabada somos nosotros y su expresión excelsa… el amor.
Siento pena por quienes por falta de fe, confianza en su origen divino y del poder que de ello les deriva, hollan la tierra con sus pies cansados, ensombrecen los bellos días y tranquilas noches con su tristeza, mojando la tierra con sudor y lágrimas innecesarios.
Es para mi tan claro que existen leyes naturales, que me precedieron y que son inmutables; sobre las cuales yo no decido pero que sí interpreto y puedo encajar en mis actuaciones; que me hacen consciente de mis capacidades físicas y espirituales, que me cuesta procesar que personas desperdicien tanta vocación personal y bendiciones sobre este mundo, especialmente diseñadas para nuestro disfrute.
Como ser espiritual, dotado de un cuerpo que es la máxima obra de adaptación e inteligencia sobre la tierra, capaz de capturar con sus sentidos del medio ambiente todos los elementos vivenciales necesarios, haciéndolos excelentes, buenos, mejores o peores, conforme a su única voluntad, percibo incongruente convertirlos en negativos; sin embargo y paradójicamente, vivimos un mundo abundante de ese tipo de individualidades.
¿Qué hace quienes en uso de su libre albedrío convierten sus vidas en receptáculo de negatividad, malas influencias y temor a lo que «pudiera ser», desperdiciando su capacidad de ser felices en el maravilloso «hoy»?
Es la tendencia a mirar siempre hacia abajo, y así imposibilitarse de ver ese lucero en el firmamento de su vida, que alguien especificara como «un milagro a la vuelta de la esquina». Desde muy niño mi madre me decía: «…ese milagro está esperando por ti, sólo se requiere tu diligencia.»
Hoy, más de sesenta años después, estoy convencido que existen más milagros de los que podemos imaginar. De alguna manera, nosotros mismos como seres físico-espirituales e inteligentes, somos el mayor milagro de la naturaleza.
Nuestro sistema neurovegetativo, que nos permite respirar y circular la sangre necesaria en nuestro organismo en los tiempos preciso, sin siquiera pensar en cómo hacerlo e independientemente de que estemos dormidos o despiertos, es apenas una de nuestras milagrosas capacidades.
Pero desarrollar sentimientos exclusivos de nuestra especie como el amor, la amistad, la sublimación del sexo, la solidaridad, la compasión y la caridad, son la mayor demostración que somos seres superiores, traídos a este mundo para reinar sobre él y ser… felices.
Ubique su lucero, porque está aquí y no en otro mundo; tiene que ver con Dios porque de él nace y siempre está esperando por usted. Si de algo le sirve, le cuento que el mío es multifacético, porque comienza con mi Padre Celestial, pasando por mi familia, mis hermanos humanos hasta llegar al más pequeño de los insectos, cuales sin duda, como yo, cumplen una función sobre esta madre tierra, cual es su forma de bendecir el privilegio de haber venido a habitarla.
Feliz fin de semana…me relaja leer sus articulos en este blog…realmente me impregnan de muchisima fe y optimismo…
algo que solemos desperdiciar a cada segundo de nuestra vida…
gracias por su labor…gracias por mostrarnos con sus palabras que nuestro destino esta alli para que seamos felices…y que solo nosotros decidimos como llegar y hacerlo feliz o infelizmente….
saludos….
Hola Dr. aqui estoy de nuevo, los dias pasan y sigo igual de enamorado, ahora ella es feliz al lado de otro hombre y en cambio yo la miro y mi cuerpo tiembla, me sonrojo, me pongo muy nervioso, se me va el hambre, y ella sigue igual.
He tratado todo lo que he encontrado a la mano para remediar la situacion, pero cada que emprendo una accion para intentar olvidarla, su recuerdo regresa y me tortura. Me siento culpable, sineto que no fui lo suficiente hombre, me siento utilizado, no he podido dejar de llorar cuando me gana la tristeza. No tengo mente para hacer nada y los estudios se estan llendo por la borda, es mas mi familia ya esta harta de verme asi. Me siento realmente solo, no veo la luz al final, no siento que valla a haber un gran cabio, sigo aferrado a pensar que un dia se dara cuanta que me amaba y volvera a mi lado. No se hasta donde este bien tener fe en algo que nunca va a pasar. Pero no puedo hacerlo de otra forma. La amo demaciado y en verdad siento que vale la pena seguir enamorado de ella aunque ella nunca me hubiese amado. ya no se que hacer, que decir, desearia que el tiempo se congelara y no tener que regresar al colegio a verla, a sentir su despercio y su indiferencia. Gracias por escucharme… lo nesecito…
LA VERDAD ES QUE ME ENCANTO ESTA PAGINA, LAS REFLEXIONES QUUE TIENEN ME ENCANTARON, PORQUE DE VERDAD ES QUE CON LA VIDA TAN AGITADA QUE LLEVAMOS NOS ESTAMOS OLVIDANDO DE NUTRIR NUESTRA ALMA, DEJANDO DE LADO LAS VERDADERAS SENSACIONES QUE NOS PERMITEN DARNOS CUENTA QUE ESTAS VIVOS, Y QUE SOMOS PARTE DE UN MUNDO QUE PADECE DE UNAS CARENCIAS ESPIRITUALES QUE DIA A DIA DETERIORAN MAS NUESTRA CALIDAD DE VIDA.
DE VERDAD QUE LOS FELICITO POR ESTA INICIATIVA Y POR HABER CREADO ESTA HERRAMIENTA QUE NOS PERMITE REFLEXIONAR Y ESCOGER LA VIDA QUE EN REALIDAD QUEREMOS VIVIR.
¡MUCHAS GRACIAS!