Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for the ‘OCUPARSE NO PREOCUPARSE’ Category

¿UN MUNDO NUEVO?

En verdad, no creo que se trate de un mundo nuevo lo que estamos viviendo  hoy, porque al fin y al cabo el mundo siempre será el mundo, independiente de cual fuere el comportamiento de sus habitantes. Lo que sì debemos aceptar es que en esta época, las personas actúan de forma diferente a como lo hacían apenas cincuenta  y hasta treinta años atrás.

Para quienes desde muy jóvenes entendimos la bipolaridad de los valores, pero que además las personas los interpretan y aplican, conforme al tiempo y el espacio donde y cuando se vive, no nos extraña que lo que nuestros padres -y aun a nosotros mismos, hubiésemos concebido de algún aspecto de la vida o las cosas- sea bastante diferente a lo que algunos habitantes del  mundo actual lo asumen.  Yo apenas sobrepaso las siete décadas de vida, pero acepto de buena gana que mis nietos y sus amigos, conciban y actúen en similares situaciones, bien diferente a como yo hubiera actuado. Es que el mundo es sinérgico, como lo es nuestra vida y consecuencialmente, nada debe ni puede estancarse, porque como lo decía Condorcet “El desarrollo empuja a los pueblos”.

A mí me parece, cuando menos risible, al escuchar señores de la tercera edad, criticando el comportamiento de los jóvenes, comparándolo con el suyo y deduciendo que estos jóvenes de hoy “…son una locura” o que “…cuando en mis tiempos”. Pienso que todas las épocas han sido buenos para vivir, en tanto y en cuanto se tenga la disposición personal de disfrutar intensamente cada instante de nuestra vida, sin subestimar o desmejorar a nadie, fuere menor o mayor; ser útiles dentro de lo posible a nuestros semejantes, independiente de su condición social, económica o de poder; amar  y agradecer siempre, perdonando cualquier agravio; pero especialmente, siguiendo el consejo de Jesús de Nazaret, de pedir el pan de cada día –que involucra no sólo los alimentos sino nuestras necesidades integrales diarias, con toda la fe en que sin duda alguna Dios  nos proveerá lo necesario.

Por otra parte, soy de los convencidos de que somos energía, positiva o negativa, pero somos energía; por lo cual nos corresponde ser proactivos, diligentes y confiados en nuestra capacidad de vencer cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros y nuestra probabilidad  más que posibilidad,  de ser felices. Sin descuidar el principio de utilidad a mis semejantes que siempre ha guiado mi vida, me acogí a ese principio del Filósofo contemporáneo Ortega y Gasset cuando sentenció: “Yo soy yo y mi circunstancia”,en lo cual me ha acompañado siempre esa maravillosa compañera de viaje largo que es mi esposa Nancy, quien como yo, al pasar de unirnos a confundirnos en una sola persona, en los más de cincuenta años de conocernos y casi cincuenta como  cónyuges, hemos hecho de ese principio una especie de cápsula invisible, donde nos protegemos de las personas tóxicas por su incredulidad, falta de humanidad,  lealtad, comprensión y caridad; o simplemente indiferentes a problemas de los demás, que por cierto para nosotros no son tales, sino asuntos por resolver, por lo cual  siempre estamos prestos a ver en que podemos ayudar a sus resoluciones.

Siempre he estado consciente de que así como la tierra rota sobre sí misma y se traslada, de la misma manera los seres humanos y nuestra circunstancia personal, siempre estará condicionada a los cambios conforme al tiempo y el espacio cuando y donde se desarrollen. Por esa forma de ver la vida y las cosas, en los años sesenta,  cuando las mujeres decidieron subirse la falda y usar shorts en público sin ninguna gazmoñería; enfrentar al hombre por sus derechos y exigir su lugar en la sociedad,   incorporándose sin chaperona a una discoteca así como ingresar a la universidad, a cualquiera de las carreras que se creían como exclusivas de los hombres,  para mí no fue sorprendente sino plausible. Quizás por eso, como quiera que mi carrera de abogado la hice a los cuarenta y dos años,  las niñas de entre veintidós y veinticinco años que estudiaron conmigo, a quienes yo doblaba en años, sin subestimar su sexo o su edad, siempre traté con consideración y respeto,  por tanto fueron y siguen siendo mis buenas amigas, a quienes siempre entendí perfectamente –y de quienes por qué no decirlo- aprendí cosas nuevas que me sirvieron, tanto en el ejercicio de mi nueva profesión así como en mi vida personal.

Finalmente, manifiesto que la intención de escribir estos renglones, no es otra que la de insistir en que el mundo ni el tiempo cambian, sino que los que cambiamos somos nosotros, los seres humanos, como consecuencia de lo anotado antes;  del cambio de los valores,  que tienen que ver con el tiempo y el espacio en que se suceden los eventos de nuestra cotidiana vida. Por eso la gente de la llamada tercera edad, deberíamos en vez de criticar, alabar el entusiasmo de los jóvenes, su valor de enfrentar los retos diarios; entre otros, estudiando un sinfín de materias en las escuelas y universidades, que quizás nunca lleguen a utilizar, porque la tecnología avanza demasiado rápido, mientras la mentalidad de los profesores, con cara de intelectuales y discursos tontos, sigue siendo de carácter repetitivo, sin considerar ni estudiar ellos diariamente, cómo algunos conocimientos se hacen caducos a muy corto plazo y pudiera que ya no sean para los estudiantes convenientes, pero aún menos…  necesarios.

Read Full Post »

Hoy, revisando en mis papeles viejos, encontré una conferencia de ese Barcelonés especialmente inteligente, estudioso, curioso y  polifacético,  Eduardo Puncet (09-11-1936/22-05-2019), quien dentro de su formación académica acumuló Títulos de Abogado, Escritor, PolÍtico y Presentador de TV, en cuyo programa trataba  sobre sociología, medicina, psicología, biología y astronomía; siendo que  también en sus últimos años se dedicó, a dar conferencias en varios países. Pues bien, este hombre trató en sus disertaciones temas para mí   -como estudioso de la felicidad- especialmente interesantes como el amor, el desamor, la belleza, el deseo, el dolor y el miedo; por cierto utilizando  un término en el cual nunca ha había personalmente meditado: el desaprender. Aunque tengo mi propio criterio sobre qué fue primero, el amor o el deseo, su criterio me pareció realmente interesante. Asimismo, trató sobre que produce la belleza y qué es la  felicidad.

El ubica el amor como nacido del instinto atávico de los primeros seres vivos, como la necesidad  de fusionarse con otro organismo, para mejorar la vida de los dos, insistiendo en que primero fue el amor y luego el deseo. Ahora bien, a este respecto y refiriéndome a la pareja, difiero porque creo que, aunque son complementarios, –por ser algo ciertamente instintivo-, el deseo es anterior al amor; al menos el amor idílico  que nos ha enseñado la cultura. Pienso que en nuestras relaciones amorosas contemporáneas, la atracción y la buena comunicación, dan origen al amor y éste último da origen al deseo en la pareja, que cuando logra imbricar estos dos sentimientos de forma sana, romántica, y si se quiere, mágica, producen la permanencia en el tiempo, cual se convierte en  el verdadero amor.

Respecto del desamor, loubica como una emoción negativa y dolorosa, producida cuando se pierde el interés por la persona amada, con lo cual coincido plenamente, así como su consejo de solución a esta situación, cual lo es buscar de inmediato otra persona que sustituya al amor perdido, sobre la base de que no amas  a  nadie que no te atraiga profundamente. y mientras más pronto esa nueva persona entra en tu vida, mejor; porque la felicidad es la ausencia del dolor y del  miedo, por lo cual es importante olvidar y desterrar  a ambos. Es que es muy importante estar conscientes de cuanto valemos y cuanto somos capaces de hacer; de tal manera que, tenemos que afincarnos en el hecho de que así como conquistamos ese amor perdido, de la misma forma podremos lograr ubicar y conquistar un nuevo amor, que como dice el adagio popular “…un clavo saca a otro clavo…”. Yo, que me divorcié  hace 50 años, sé y me consta que es cierto que uno no pierde su capacidad de conquista y que siempre hay alguien que requiere lo que nosotros estamos ofreciendo, gracias a los cual tengo ya 48 años felizmente casado.

Coincido también con Puncet en que no puede existir belleza humana, sin no hay ausencia del dolor; precisamente, porque la belleza no es solamente algo físico, sino que es integral tanto en la apariencia como en el comportamiento de quien ostenta la belleza.Al menos en mi experiencia personal, en muchas oportunidades me ha parecido bella una persona a la cual he frecuentado, pero al oírla expresarse sobre la vida y las cosas, simplemente perdió todo el encanto de la atracción inicial. De la  misma forma, conocí personas que no me atrajeron a primera vista, sino que, por el contrario al primer momento internamente las rechacé, pero cuando las frecuenté seguido, encontré en su comportamiento y actitudes, una hermosura y paz inusitadas, que me hicieron frecuentarla, porque me producía además de placer, la sensación de recibir influencias positivas.

Por todo lo expuesto, tanto en mis escritos como en mis conversatorios y conferencias, cuando tengo la oportunidad de realizarlas, insisto en la necesidad de tratar a las personas suficientemente e independiente de su atracción inicial, porque como le decía Sócrates a un joven cuando lo veía por primera vez, “Habla para conocerte”, creo que en la mayoría de los seres humanos, es cierto el apotegma que apunta que, de la riqueza del corazón habla la boca. No se podría negar que el amor comienza por la atracción a otra persona, pero es sólo eso:  atracción, que es muy diferente a comportamiento, comunicación, educación, sensibilidad, por mencionar algunos sentimientos que son fundamentales en la persona que debemos escoger para amarla y ser amados, con sentido de emoción, pertenencia y permanencia. Sin duda que cuando amamos corremos el riesgo de que esa persona que escogemos, en el devenir de la relación puede cambiar sus gustos y atracciones, y en pro de su propia felicidad decida abandonar  la que nos une, ejerciendo un derecho que nosotros personalmente también consideramos sagrado, como es el hacer todo lo que está a nuestro alcance para ser felices, y no cabe ninguna duda que nadie puede ser feliz en  una relación obligada, aburrida o desagradable, al lado de alguien que no le atraiga integralmente.

Tengo tres hermosas hijas, con matrimonios de más de veinte años muy felices; a ellas desde muy niñas mamá y yo les enseñamos que una relación amorosa no era nada elemental, porque dependiendo de ella se lograría un hermoso o desastroso futuro conyugal. En ese orden de ideas, siempre insistimos en que el noviazgo era muy importante, porque les permitiría conocer, al menos en buena parte, la ideología de esa persona sobre la existencia y el comportamiento humano, necesarias para evaluar su coincidencia con la de ellas. Todas nos oyeron con respeto y creyeron en nuestro criterio, de tal manera que dedicaron un tiempo razonable al noviazgo, cuando trataron dentro de lo  posible, de ahondar en sus pares en cuanto a  sus principios, ideología, concepto de ética natural respecto de la vida, la familia, la amistad, la solidaridad humana, hasta encontrar suficientes coincidencias que justificaran enseriar la relación al punto de constituir un hogar. También debo confesar que les imbuimos de que los seres humanos tenemos una sola vida; que cuando dejamos de ser solteros igualmente perdemos mucho de nuestra libertad personal,  por lo cual no hay ningún motivo que justifique sacrificarla por una persona que no actúa conforme a nuestra ideología de la vida, de tal modo que perdamos la atracción. Es que si dispusiésemos de  varias vidas, pues sin  ningún problema le regalaríamos una, pero como solo tenemos una, nuestro mayor compromiso con nosotros mismos es ser felices, lo cual es imposible de lograr si no se comparte integralmente sentimientos fundamentales para mantener la pareja, como son la sensibilidad, solidaridad, compromiso y fidelidad conyugal. Es por lo cual debemos  desaprender a amar a esa persona que ya no nos merece o quizás no nos mereció… nunca.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

ANIVERSARIO DE BODAS

¿Dónde y cómo debe celebrarse un Aniversario de Bodas? Creo que la respuesta debe estar condicionada a la personalidad y forma de   pensar de quien respondiere la pregunta, ya que, en verdad como somos diferentes todos los individuos, asimismo son diferentes y diversos los matrimonios. Siento que igualmente vale la pena celebrar un matrimonio de uno o cinco años que uno de 20, 30 o más años; esto porque a mi manera de ver la vida, el hecho de que una persona que conocemos y que no es nuestra familia, teniendo miles de opciones a su alrededor, tenga la nobleza de juntar su vida y su destino al nuestro –independiente de por cuánto tiempo- es algo extraordinario, por no decir, milagroso. Es por lo cual creo que vale la pena celebrar cualquier aniversario de bodas o de unión en pareja. Pero, en verdad ¿Qué celebramos? Bueno, eso es otra cosa. Hay quienes celebran por obligación, otros la ocasión, otros la intención, otros el tiempo transcurrido y algunos,  además el amor dado o recibido.

En  mi caso particular, al celebrar mi Cuadragésimo Noveno aniversario de bodas, son tantas las cosas que celebro, que por mencionar la más importante, diré que se trata del hecho de que después de casi cinco Décadas de matrimonio, sigo amando física  y espiritualmente a mi esposa, en mayor entidad de cuando teníamos 20 o 30 años de casados; en segundo lugar, personalmente celebro que mi amada esposa haya tenido la resistencia y el gran amor que se requiere, para aguantar a un tipo especialmente complicado y acaparador, pero no celoso ni irrespetuoso de la personalidad de mi cónyuge.  Celebro asimismo, esa ternura especial que me genera y recibo de mi amada, independiente de cual fuere nuestra situación, esto es mejor o mucho mejor, porque a decir verdad, en estos casi cincuenta años de unión matrimonial, en este equipo ganador que ambos constituimos, nunca  hemos tenido malas situaciones; quizás porque los dos manejamos la convicción de que, somos nosotros y nadie más quien puede darle color y sabor a nuestra propia vida, la cual siempre ha tenido un color hermoso y un sabor simplemente… delicioso, que como regalo especial nos ha dejado cinco bellos hijos, once nietos y dos bisnietos.

Será por eso que no entiendo tantas parejas que conocemos, que luego de una unión amorosa de años, con hijos o sin ellos, no son capaces de entender que no se casaron con un ángel sino con una persona normal, con virtudes  y defectos, pero con el sincero deseo de ser mejor, para lo cual solo requiere la ayuda de esa persona que especialmente escogió dentro de miles a quienes conoció, para hacer con ella su compañera o compañero de viaje largo, en un camino en el cual la felicidad no está al final del mismo, sino en cada paso durante larga caminata que se recorre para llegar a  un final… indefinido.

Como Asesor Familiar y de Parejas por más de diez años, y luego como editor de mi Blog www.unavidafeliz.com, donde he evacuado miles de consultas,  puedo asegurar que por lo menos el noventa por ciento de los casos conocidos de separaciones y divorcios de parejas con más de dos años de unión, los problemas que produjeron el rompimiento, siempre fueron asuntos que pudieron ser resueltos,  si las partes hubiesen entendido  que los seres humanos en su gran mayoría, aun siendo imperfectos, siempre tenemos la posibilidad de mejorar, y quizás, perfectibles; pero que no es posible lograrlo solos, sino con esa mano abierta, tierna, cariñosa entendida  y  ese hombro siempre presto de la persona que amamos, en el cual recostar nuestra cabeza, cuando la vida  nos golpea de tal manera, que pareciera que no existe solución para nuestros problemas.

Es por todo lo expuesto, que una parte de mi celebración de este aniversario de bodas, es precisamente escribir esta crónica para que sea leída por alguna o algunas parejas que, de alguna manera, estén pensando separarse sin darse la oportunidad de pensar, repensar y manifestar sinceramente sus reales sentimientos, vacíos, insatisfacciones o frustraciones en su relación íntima, cuales,  por cuanto la otra parte no es adivina, al ser manifestadas  y escuchadas con interés por su par, pudieren entre ambos encontrarle una solución posible, que si no evitare la separación, por lo  menos la hiciere menos traumática para ellos, y sus descendientes si es que los tuvieren.

Finalmente, en mi nombre y en el de todas las parejas que  han logrado superar sus desacuerdos, desinteligencias o errores, de tal manera que se hayan entusiasmado en celebrar sus respectivos aniversarios, doy infinitas gracias a ese Dios bueno, que desde que estuve en el vientre de mi madre hasta hoy, me ha motivado como seguidor de las enseñanzas de su hijo Jesús de Nazaret, en cuanto a que el amor, que conlleva respeto, consideración, buena comunicación, solidaridad y lealtad a toda prueba,  es el único camino cierto para lograr la felicidad de la pareja, que le motive suficientemente, precisamente para celebrar un Aniversario de Pareja, trátese de  Bodas o de cualquier otro nexo de unión, entre dos personas que se amen.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

EL PORQUÉ Y EL COMO DE LA VIDA

18953_257189778422_518513422_3378628_1236457_n

Hoy en este día martes dos de Abril de 2019, cuando da inicio la Primavera en esta bella Ciudad de Boulder Colorado, frente a este hermoso valle  y sus bellas montañas, con sus canas de nieve en los picos de sus cumbres y las hojas mustias de sus árboles a punto de reverdecer,  que aún les deja el Invierno, que apenas hace unos pocos días dijo adiós; con un sol brillante saludando la mañana, recordé un pensamiento de Nietzsche, que desde muy joven siempre he tenido como guía: ”Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo”.

Es que, sin ninguna duda, nuestra vida para que tenga sentido, requiere por lo menos una motivación especial, que nos haga sentir que nuestra  existencia contiene y requiere algo más elevado o trascendente que trabajar, comer y dormir. En mi adolescencia, en esos pueblitos pequeños donde me desarrollé, en una época donde los Profesionales Universitarios, eran una excepción, “mi porqué” fue lograr llegar a la Universidad y hacer una carrera; por ello luché, trabajé duro y aunque ya de mayor edad, encontré “el cómo” y lo logré. Luego, “mi porqué” lo fue el principio de la utilidad; esto es que, todas mis acciones como profesional y como persona, siempre lograran beneficiar de manera especial algo o alguien; por ello en mi ejercicio profesional de Abogado litigante y Asesor Jurídico, encontré “el cómo” con mi dedicado y duro trabajo, arreglando muchos entuertos y orientando muchos casos a una conciliación beneficiosa para las partes, en lugar de largos y costosos litigios, casi siempre con resultados imprevisibles.

Posteriormente, gracias a mis experiencias personales y mis observaciones sobre la vida y las cosas de los habitantes de buena parte del mundo, “el porqué” lo fue ayudar a familias  y parejas con situaciones gravosas, que ellos consideraban problemas pero yo asuntos por resolver, por lo que me hice Asesor Voluntario Familiar y de Parejas, siendo “el  cómo” mi dedicación a estudiar las circunstancias planteadas y tratar las soluciones como  articulista de periódicos y revistas, así como conferencista en Organizaciones de Servicio Social, ONGS, Universidades y Programas de Radio.  lo que me llevó a  lograr beneficiar a las personas que requirieron mi ayuda. Pero como mi entorno personal era realmente pequeño y “mi porqué” era ambicioso, para cumplir “mi como” dité mi Blog www.unavidafeliz.com, con el cual he llegado a  más de 2.800.000 cibernautas en más de 90 Países.

En esa  misma onda, con “el porqué” de ayudar al crecimiento espiritual, superación personal y  autoestima personal, para cumplir “mi como” me dediqué a escribir y en el año 2005 publiqué la primera edición de mi libro “Una vida Feliz”, el cual se vendió en su edición impresa en su totalidad el mismo año de su publicación, donde quienes por sus comentarios me dicen que les ha sido beneficiosa, para su vida cotidiana, su lectura.

Finalmente, debo decirles que no soy el único, pero sí una prueba actual y viviente de que Nietzsche estaba absolutamente en lo cierto cuando sentenció: ”Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo”,  porque más allá de todo lo aquí escrito, lo más grande en mi vida de “mi porqué”, siempre ha sido la felicidad de mi familia, que fundamos y mantenemos mi amada esposa Nancy y yo durante más de 48 años, con tres bellas niñas, dos buenos y sanos hijos, once amados nietos y dos bisnietos, siendo que “el como” lograrlo lo fue el amor, el respeto, la solidaridad, consideración, buena comunicación y armonía permanente, lo cual no creo sea difícil de alcanzar, si constituimos la familia en un verdadero equipo con fines comunes, donde los éxitos o fracasos no corresponden a uno solo de sus integrantes, sino a todo el conjunto familiar.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

¿QUE  VIDA  QUIERES?

pexels-photo-585759.jpeg

Como Todo en nuestra vida, el más alto porcentaje de lo que nos acontece corresponde a nuestra elección personal; así tenemos unos vecinos que son muy alegres; otros taciturnos y con cara de amargados; un médico muy pausado; una dama muy agradable, positiva y se nota segura de sí misma; el trabajador que arregla la electricidad que tararea una canción; el plomero que saluda alegremente o la chica que limpia que nos mira con recelo. Asimismo, todos los días tropezamos con niños juguetones, alegres, circunspectos, llorones o simplemente, indiferentes; en la calle saludamos personas que responden con una sonrisa, con un muy buenos días, otros con cara de acontecidos y otros que responden con un murmullo; una anciana con su bastón en la mano que lentamente cruza la calle, pero en sus ojos se nota la alegría de haber vivido… tanto; en la acera, otra señora también de edad que ve para todos lados recelosa y con cara de susto.

Llegamos al trabajo y allí una recepcionista alegre que nos da los buenos días; en otro escritorio un hombre  joven con cara de intelectual, pero que habla como tonto; más adelante otro empleado que sobre su computador se aisla de todo y… de todos; al final, un Gerente que considera a todos los empleados su equipo e inteligentemente los trata con cariño y respeto, haciéndoles sentir que son muy importantes, independiente de cual se la labor que desarrollan, y que sin ellos la  Empresa no podría adquirir el éxito que tiene.

Cuando sales o regresas a tu casa, te despide o recibe una esposa amorosa o una madre que te abraza y dice Dios te bendiga,  o por el contrario, en ambos casos no sientes amor sino indiferencia y la tendencia seudo paranoica en cuanto a lo que te puede suceder en el día. En verdad, nuestra vida es tan elemental, que nos permite ser nosotros y nadie más quien decide que color le damos a nuestra vida. Podemos tomar cada año de edad  como un regalo de Dios,  que nos permite disfrutar más tiempo de las miles bendiciones que El puso sobre esta noble tierra para nosotros,  o como un peso sobre  nuestros hombros, que en la medida que aumenta es más difícil de llevar. Por eso es tan importante aceptar que nuestra vida  se reduce a la inter relación diaria con los demás seres humanos; porque, para bien o para mal, HOY ES LO UNICO QUE ES NUESTRO; ayer es un muerto y mañana no ha nacido, lo cual es como decir: por ayer NO PUEDO HACER NADA y por mañana lo único que puedo aportar es HACER LAS COSAS BIEN HOY.

En el mismo sentido de todo lo antes expuesto, tengo dos posibilidades: o realizo todo acto o acepto cada  hecho de mi existencia para ser feliz, haciendo de la incertidumbre un reto a vencer para lograr mis propósitos, y seguramente lo logro;  o por el contrario, me lleno de inseguridad, falta de fe,  temor, permito que baje o bajen mi autoestima, por lo cual el pronóstico es que tu vida será oscura y nunca conocerás el bello ambiente de la primavera, siendo muy doloroso ese pequeño pedacito de la vida que es lo único tuyo: EL HOY, que  transcurrirá en el borroso otoño u oscuro… invierno.

Luego de todo lo dicho, procede preguntarnos: si ciertamente somos tan diversos e individuales, pero además de diversos orígenes, género y cultura… ¿Qué define nuestra felicidad? sin vacilar, debemos responder: NUESTRO ESTADO DE ANIMO; vale decir, del color que nosotros damos a  lo que nos rodea; lo que sentimos que somos nosotros mismos,  y muy especialmente como percibimos a nuestros hermanos humanos, su forma de actuar en esa inter relación permanente que hace nuestro diario batallar por lograr  una vida mejor.  Como consecuencia, cada  uno de nosotros decide cual es la vida que desea tener: buena, mejor, peor o… infeliz.

Desventuradamente para quienes no han meditado a profundidad sobre lo escrito, no existe  ningún mecanismo, factor o medicamento conocido que supere la auto decisión. Es por lo cual, entre el que hurga la basura en busca de alimento, el que trabaja ocho o más horas para lograr su sustento familiar, el académico que dedica su vida a enseñar lo que sabe a los demás, el que ostenta el poder, la riqueza  o la fama, lo único que diferencia su éxito o fracaso lo es, indefectiblemente, su capacidad para entender que nada ni nadie puede hacer por nosotros, más de lo que seamos capaces de hacer nosotros mismos; quedando entonces nuestro destino en nuestras manos, por lo cual jamás podremos justificarnos en aquello de la “mala suerte” o “falta de oportunidades”. Porque la mala suerte es la justificación a la ineptitud, displicencia, pereza, falta de diligencia y disciplina; y la falta de oportunidad no  justifica el fracaso, porque cuando la oportunidad no se presenta por sí sola, entonces nosotros, como seres humanos, estamos dotados de todas las herramientas intelectuales y físicas para crearla…  a nuestro antojo.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

 

Read Full Post »

ACTITUD EN TIEMPO DE CRISIS

ARAGUANEY: ARBOL NACIONAL DE VENEZUELA

Que en nuestra querida Venezuela  hoy existe una crisis prácticamente global -que es como decir económica, política y social en general- generadora de uno de los factores más perturbadores para cualquier sociedad organizada, como es la incertidumbre,  es algo que no es discutible. Como consecuencia de tal realidad, se hace necesario meditar de la forma más seria –y a ser posible tranquila- sobre cuál debería ser nuestro comportamiento como ciudadanos frente a tal grave situación. En mi humilde concepto, mantengo el principio de que de nada sirve “preocuparnos”, porque esta actitud nada positivo aporta a una solución; sino que, por el contrario, nos altera aún más, haciendo más difícil “ocuparnos” de encontrar una alternativa en pro de localizar caminos, que nos ayuden a campear el temporal que nos azota.

Pienso que cuando el país está boyante y sin problemas no se requiere inteligencia, moderación o armonía para convivir las realidades del momento de la patria. Es en situaciones especiales, y si se quiere inéditas, cuando se requiere la mayor templanza para valorar y/o evaluar nuestro comportamiento personal, que  sin ninguna duda influirá de manera decisiva en el proceder colectivo. Creo que, quienes como yo hemos vivido con total sentido común las diferentes etapas que se han sucedió en los últimos sesenta años en Venezuela, sin haber dejado la vida o la razón en el camino,  estamos obligados a contribuir a la ponderación  cabal de la situación  nacional actual. No somos una isla al margen de los acontecimientos que hoy aquejan al mundo civilizado, ni debemos esquivar nuestras responsabilidades como habitantes de una nación, que al menos en mi caso, me dio todas las oportunidades para mediante la fe, la diligencia, el estudio, el trabajo y la confianza en mí mismo, adelantar mi principal proyecto: mi formación personal integral y el desarrollo de una familia con valores de honestidad, amor, sensibilidad social y solidaridad humana, que hoy se reflejan en la solidez de sus respectivos hogares.

En el mismo sentido de lo antes expuesto, siento que, como venezolanos,  estamos obligados a ser optimistas; porque el país ni se ha hundido ni se hundirá, especialmente porque su mayor capital no son sus múltiples riquezas naturales, sino que su principal recurso para salir adelante en cualquier situación que se presentare, lo somos nosotros, los venezolanos. Si, nosotros los ciudadanos aportando ideas, trabajo, confianza, fe y esperanza de un futuro mejor,  será como aumentaremos las posibilidades de superar los escollos que en estos momentos pudieran parecernos casi insalvables. No es con actitudes pesimistas, derrotistas, o como una vez lo dijera Rómulo Betancourt “…con alaridos de Casandras agoreras”, como podremos superar la situación que nos aqueja.

De cualquier manera, la situación actual de Venezuela, por acción u omisión nos involucra a todos; por tanto, somos nosotros, todos los venezolanos, quienes dentro de nuestras reales posibilidades, tenemos que meterle el pecho al país para sacarlo adelante. Yo, que conozco a Venezuela de Oeste a Este, desde Sichipés en la alta Goajira hasta San Fernando de Atabapo en Amazonas y de Norte a Sur desde Puerto Cabello hasta Puerto Páez, pero que además he recorrido buena parte del mundo fuera de nuestras fronteras, puedo decir con plena certeza, que Venezuela es como territorio,  una tacita de oro; y como nación, la mejor gente del mundo. Por eso, por todo lo dicho es que aún teniendo mucha de mi familia en Canadá, Estados Unidos y Colombia, mi sentido de pertenencia a esta tierra maravillosa, es superior al temor o a cualquier otro sentimiento que pudiere afectar mi sentido de conservación. Yo que viví con pleno conocimiento esta Venezuela, que en los últimos sesenta y seis años ha cambiado varias veces su denominación y signos nacionales; vivido democracias, dictaduras y revoluciones; épocas de extraordinario auge económico y situaciones de grandes carencias; sin cuestionar o juzgar de ninguna manera los compatriotas que emigran, no tengo la menor duda que mi puesto está aquí, en las buenas o en las malas, pero aquí, aferrado a esta tierra, a los setenta y siete años de pié, como los robles, dispuesto a resistir los ventarrones, los inviernos  y los veranos, porque sé y no tengo duda, que todo tiene su tiempo y que lo que algunas veces sentimos como un tropiezo, más adelante puede resultar una buena enseñanza o experiencia, que aporte mayor felicidad a esta tierra que tanto amamos: VIVA VENEZUELA hoy, mañana y siempre.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

FE Y PROACTIVIDAD

Los términos FE y PROACTIVIDAD siempre han caminado juntos al lado de toda persona exitosa, independiente de cual fuere el caso o circunstancia personal de que se trate. Hoy la  Psicología Positiva ha probado que hasta en los procesos de sanación de una enfermedad, la fe y la proactividad  ya  son  no solamente convenientes sino indispensables.  Aquellos apotegmas bíblicos de que “… la fe mueve montañas…”  y “…dame tus palabras y yo te daré mis obras…” son una realidad a favor de cualquier aspiración humana. Cuando digo que caminan juntos es porque únicamente la fe  no es suficiente si no se acompaña de la actividad constante y  entusiasta,  que  permite lograr la meta que nos proponemos. Es por eso que cuando hablamos de alguien que es proactivo, incluimos en dicho vocablo la fe, la disciplina, la constancia, el entusiasmo, la creatividad,  y muy especialmente, la confianza en sí mismo, que adicionamos al duro trabajo para encontrar y administrar debidamente los elementos y/o factores que fueren más convenientes o necesarios, en cada caso.

Considerando -como es cierto-  nuestra vida es elemental, porque fuimos diseñados de tal manera que tenemos  una especial capacidad para adaptarnos a cualquier ambiente o situación que se nos presente, no es fácil entender como algunas personas no terminan de asimilar que es en y dentro de sí mismos, donde se encuentran los elementos necesarios para lograr una vida integralmente dispuesta a la felicidad, cuales como antes hemos comentado, es la fe en nosotros  mismos como principales actores de nuestra propia vida, el elemento decisivo para lograr el éxito propuesto. De nada sirve la formación académica o cultural de cualquier género, si  no nos  convencemos de  nuestra capacidad para superar los escollos que se  presenten y por encima de ellos adelantar y lograr nuestras propuestas.

En tal sentido, igualmente de nada sirve un título o certificado de conocimiento particular, si no lo  utilizamos como canal para regir una conducta proactiva.  Es  que el Universo, del cual formamos parte, es sinérgico,  y como consecuencia, somos… energía; por lo cual, en tanto y en cuanto actuemos con el convencimiento de esa energía que nos hace proactivos, sin duda alguna seremos exitosos. De igual manera, si no ponemos en movimiento esa misma energía, alimentada por la fe, la confianza y el optimismo que nos alimenta para enfrentar cualquier evento o circunstancia, jamás alcanzaremos con suficiencia el logro de nuestras ambiciones. No se trata de un asunto de tiempo sino de persistencia, disciplina, confianza  y  diligencia. Debemos estar permanente y  absolutamente convencidos, que no  fuimos hechos para el fracaso, la mediocridad o la infelicidad,  sino que, por el contrario, como alguien lo escribiera, “Vinimos a este mundo, condenados a ser felices.”; que es como decir:  especialmente dispuestos a lograr el triunfo y la felicidad en una vida buena, que nos merecemos.

Asimismo, en lo social que conlleva el amor, la amistad, la familia y el éxito económico,   son más importantes que el género o la belleza física, la genialidad con que utilicemos nuestras características personales originarias, la cultura adquirida y la aplicación adecuada de las buenas experiencias propias y ajenas que nos dan los años vividos,  en el progresivo desarrollo de nuestras relaciones cotidianas. Somos parte de la gran familia humana, por lo cual, no basta con ser un buen médico, abogado, empresario  o artista para lograr el éxito integral,  si no introspeccionamos la necesidad de nuestros congéneres de ser tratados con respeto, consideración, sensibilidad y solidaridad con sus propias causas e identidad individual, lo cual requiere de empatía para ponernos siempre en el lugar de los demás y de tal forma idear cual sería nuestra propia reacción emocional si estuviésemos en  su caso.  Es considerando  y aplicando apropiadamente todos estos factores como podemos llamarnos con propiedad, agentes de progreso de una sociedad, todos los días más  orientada a la tecnología,  y por tanto necesitada de promotores de  fe y  proactividad, en función del bienestar supremo de todos los integrantes de esa misma sociedad a la cual pertenecemos.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

EL AMOR Y LA VIDA

Releyendo un escrito que me hizo llegar una buena amiga y brillante abogada colaboradora nuestra, sobre un  empresario millonario chileno fallecido en 2011, el señor Felipe Cubillos,  quien le dio por el altruismo y filosofar sobre diferentes aspectos de nuestra vida integral, teniendo o no fortuna. Me llamó la atención uno de sus textos sobre el amor, cuando expresó: “Acerca del AMOR, da las gracias al universo, él te despierta cada mañana con un beso y una sonrisa. No pidas nada más y haz como las abejas y las mariposas, ellas no buscan la flor más linda del jardín, sino aquella que tiene el mayor contenido.”

Pienso que, como lo comentara este buen hombre, el AMOR es el mayor de los bienes que nos regala Dios a los seres humanos, tanto que la vida sin él, realmente no tendría sentido. Asimismo, creo que deberíamos meditar sobre su concepto de que las abejas y las mariposas…”ellas no buscan la flor más linda del jardín, sino aquella que tiene el mayor contenido.”  No significa esto que no sea importante la presencia de la persona amada, porque al fin y al cabo es la atracción inicial lo que nos induce a contactar a ese ser que escogemos para ser una persona especial en nuestra vida, en todos los sentidos. Pero, luego de más de 47 años de matrimonio feliz, se y no tengo duda que  es el contenido de nuestro par, vale decir: su espiritualidad, su consecuencia, su consideración, su sincera comunicación y su lealtad, los factores que le dan sentido de felicidad y permanencia a la pareja, porque la sensualidad y la sexualidad se van desarrollando en la medida que nos vamos conociendo íntimamente, hasta que como lo dijera un escritor francés, en vez de unirnos “nos confundimos el uno en el otro”.

Asimismo creo que la cosa económica no es fundamental cuando logramos encontrar alguien que hace pareja con nosotros, con sentido de equipo, que es como decir; en la relación que conformamos como pareja y/o familia, ganamos o perdemos como equipo y no individualmente, porque tanto los éxitos como los inconvenientes son producto de la actitud de dos y no de uno. Estoy seguro asimismo que, cuando la sinceridad se arraiga en ambas personas, surge el elemento fundamental que mantiene la relación: LA ARMONIA, que es el producto de decir en el mismo momento lo que se siente, y no esperar a que la mente, con sus casi normales presentimientos,  haga las cosas más problemáticas de lo que realmente son.

Finalmente, me corresponde aconsejar a quienes me leen permanentemente, que como dijera Cubillos, aunque la presencia es importante, lo fundamental para la felicidad y la permanencia de una pareja, es el contenido espiritual y moral de nuestro par, que al ser una persona especial para nosotros –en todos los sentidos- con toda razón y derecho, espera igual de nosotros.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

¿DONDE ESTA DIOS?

Pregunta innecesariamente repetida por muchas personas… muchas veces. En mi humilde concepto, luego de  haber vivido más de 76 años, en múltiples y diferentes situaciones de tiempo y espacio; con altibajos, pero siempre muy feliz, no me cabe ninguna duda que Dios está en todas partes, desde la tempestad más fuerte hasta en el vuelo de la mariposa o la gota de rocío sobre la rosa. En verdad, lo cierto es que Dios estará donde creas que esté. Es que todos nosotros somos una parte de esa maravillosa y universal energía que se llama Dios, Elí, Alá o como se te ocurra llamarle. Es esa energía especial y universal por la cual vinimos a este mundo y viviremos  hoy, mañana y…siempre por los Siglos de los Siglos; porque somos físico-espirituales, y como consecuencia, al mismo tiempo que existimos físicamente lo hacemos espiritualmente, y es esa característica de espiritualidad la que nos permitirá vivir, con nuestra alma, eternamente, en alguna de esas dimensiones que Jesús invocaba cuando decía: “En la casa de mi Padre muchas moradas  hay…”

He pasado por muchos peligros, unas cuantas enfermedades y accidentes, pero aquí sigo como un roble, porque nunca he dudado de que mi Papá Celestial me cuida; por eso,  cuando nadie daba medio por mi vida, yo no temía quedarme porque sentía que El estaba conmigo y, como era cierto, aquí estoy y seguiré hasta el día que, habiendo crecido espiritualmente cuanto requiero,  El quiera que regrese a su regazo o al destino temporal o definitivo que tenga para mí. En tal sentido y conforme a lo narrado…¿Cómo podría dudar de su existencia o su presencia si siempre lo he sentido conmigo?

Quiero sugerir a quienes tengan duda sobre donde está Dios, que se miren en el espejo, pronuncien o escuchen la palabra amor, observen un árbol, escuchen la sonrisa de un niño, la voz de Andrea Bocelli, caer la lluvia, correr los ríos y quebradas o el ruido de un trueno y no tendrán duda que en todos y cada uno de esos fenómenos está presente: Dios. Asimismo, cuando alguien te pida que le muestres donde le amas o te diga que  grafiques la verdad, adivines porqué surge una lágrima, sentirás que hay algo más de lo que puedes explicar con tus palabras, porque esa es la obra de Dios.

Ejemplarizando con la situación de nuestra amada Venezuela, donde de una u otra manera la situación actual es tan difícil, que se hace propicio sentir temor, sin embargo, independiente de comentarios negativos y asechanzas, quienes sabemos que somos un pedacito de Dios, NO TENEMOS TEMOR. El miedo, como alguien lo definiera alguna vez, es la sensación de no saber que puede suceder; pero quienes creemos en la bondad de Dios, porque  sabemos El representa el amor que nunca nos niega, estamos curados frente a ese gran mal.

Para quienes como yo hemos vivido más de la mitad de nuestra posible vida física en esta tierra bendita de Dios que es  nuestra  increíble Venezuela, sabemos que la patria no desaparecerá, que de una u otra manera, nosotros, todos los venezolanos, como lo que somos, como hermanos, nos repensaremos, reencontraremos y en conjunto arreglaremos los entuertos, en los que, en menor o mayor entidad hemos sido partícipes y que han traído como consecuencia los problemas que hoy nos aquejan. Los venezolanos preocupados por el país, que somos la mayoría, sabemos que nadie va a venir de afuera a arreglar nuestros problemas, sino que seremos nosotros mismos, ocupándonos más que preocupándonos de los mismos como encontraremos una solución que se acomode a esa cara ambición que tenemos de la paz, tranquilidad, progreso, justicia social y hermandad que merecemos vivir.

Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com

Read Full Post »

Older Posts »

A %d blogueros les gusta esto: