Resumir lo elemental, a veces es más difícil que acotar lo complejo. El sentido de pertenencia, responde a factores internos que se complementan y traducen en actitudes externas. Es que, como seres gregarios no sabemos realizarnos aislados y para nuestra plenitud, requerimos sentirnos que formando parte de algo importante y… vinculante; nuestros sentidos están, de alguna manera y salvo raras excepciones, orientados a su satisfacción, en presencia de eventos de la interacción con el grupo social. Así, dentro de lo elemental pero trascendente, requerimos sentirnos parte de una familia, comunidad o sociedad; llámese esta asociación, fraternidad, escuela, lugar de trabajo, colegio profesional, equipo deportivo, de voluntariado, club o… religión.
El apreciarnos individuales y diferentes, no es suficiente para sentirnos realizados material y espiritualmente. Y es que no sabemos vivir en silencio, sino que requerimos dialogar, cambiar impresiones, exteriorizar nuestros sentimientos de alegría, tristeza, dolor o frustraciòn; comentar la felicidad, la belleza, el éxito y hasta la enfermedad, porque nos descarga emociones, reduce el estrés y… nos equilibra. De allí la necesidad de no sentirnos solos frente a un mundo expectante y gigantesco, donde con razón, nos sentimos demasiado vulnerables. Esa soledad interna e inconfesable, es lo que nos orienta a involucrarnos en algo que supere nuestra propia y natural individualidad. Para vencer ese temor de soledad, es que sentimos la urgencia de pertenecer a algún órgano del grupo social, y activarnos como una familia, una escuela, un equipo deportivo, un trabajo, o alguna actividad que al interaccionar nos hace útiles y nos permite desarrollar nuestras potencialidades. Es ese sentido de pertenencia lo que nos crea la propensión la sana competencia, la tendencia a la eficiencia, al mejoramiento, convirtiéndose en fuente para hacer las amistades y el solidificar el compañerismo; siendo que, el materializar estos sentimientos, promueve el compartir, que es un sentimiento especial de unificación que hace más fuerte la organización social. El sentido de pertenencia es una necesidad fundamental en los seres humanos, porque combate el aislamiento y promueve la generosidad y sensibilidad entre los miembros del grupo.
Aún en los sectores más problemáticos de la sociedad, los cohesiona el sentido de pertenencia, como es el caso de las llamadas “maras”, donde la falta de obtenerlo en otra parte, especialmente los jóvenes, realizan actos que ponen en riesgo su vida, únicamente para pertenece a esa “familia” y escapar de su agobiante y atemorizante… soledad personal.
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