EL ALMA COMO EL CUERPO REQUIEREN ATENCION ESPECIAL
Archive for the ‘BIORRITMO’ Category
REMOZANDO EL ALMA
Posted in ACEPTACION, ACERCAMIENTO, ACTITUD PARA SER FELICES, AGRADECER A DIOS, ALEGRIA, ALMA ETERNA, ALMA SOSEGADA, AMAR A LAS PERSONAS, AMAR NUESTRO CUERPO, AMAR SIN JERARQUÍAS, AMOR POR LA VIDA, APTITUD PARA SER FELIZ, AUTOESTIMA, BELLEZA, BELLEZA ESPIRITUAL, BELLEZA FISICA, BIORRITMO, BUEN ESTADO DE ANIMO, BUENA COMUNICACION, CANSANCIO ESPIRITUAL, CIRCUNSTANCIA VIVENCIAL, COLORES DE LA VIDA, CONCIENCIA, CONDICION ESPIRITUAL, CONTAR LAS BENDICIONES, CRISIS ESPIRITUAL, DERECHO A SER FELIZ, DIOS NOS AYUDA, DIOS NOS AYUDA A SER FELICES, EL ETERNO PRESENTE, ENCONTRARSE A SI MISMO, EQUILIBRIO EMOCIONAL, ESPIRITU JOVEN, FE Y CONFIANZA, FE Y OPTIMISMO, FUERZA ESPIRITUAL, HACER EL AMOR, HECHO CULTURAL, LA BELLEZA ES ABSTRACTA Y SUBJETIVA, LA EDAD, LA MENTE REQUIERE MANTENIMIENTO on 14/02/2014| Leave a Comment »
¿UN DIA ESPECIAL?
Posted in ACTUAR CON DILIGENCIA, ADULTOS FELICES, AGRADECER A DIOS, AMAR Y SER FELICES, AMOR POR LA VIDA, APTITUD PARA SER FELIZ, ARTE DE VIVIR, ASUMIR LOS RETOS, AUTENTICIDAD, BIORRITMO, BUEN ESTADO DE ANIMO, DIAS ESPECIALES, tagged LA VIDA ME FUE DADA PERO LA FELICIDAD TENGO QUE HACERMELA, YO DECIDO QUE DIA ESPECIAL Y CUAL NO, YO SOY COMO Y CUANTO SIENTO on 29/12/2008| Leave a Comment »
«Unicamente yo, en mi fuero interno, decido el color y el sabor de mis circunstancias.»
Uno de los mayores inconvenientes para ser felices, es la creencia errada de que vendrá un día especial, con algún evento también especial que decidirá la felicidad.
Craso error, todos los días son iguales: veinticuatro horas; sale el sol, se vuelve a poner y al otro día sale para volverse a poner nuevamente. El viento sopla o está tranquilo y la temperatura varía, sin que podamos controlarlo; nos acostamos, nos levantamos, comemos, trabajamos, estudiamos, reímos, lloramos, cantamos, reñimos o hacemos el amor, agradecemos o ignoramos nuestras bendiciones, continuamos viviendo o morimos. No existen por sí mismos días especiales ni eventos especiales porque la especialidad no viene con ellos, sino que se la asignamos nosotros, de acuerdo a nuestra forma de ver la vida y las cosas, con nuestro sentir, que no es otra cosa que la aplicación de nuestro estado de ánimo.
Nosotros asignamos la trascendencia a los eventos diarios. Por tanto, nosotros decidimos si hacemos unos días diferentes de los otros. Una misma circunstancia vista por dos personas diferentes puede hacer a uno feliz y al otro infeliz, porque depende de su ideología, de su óptica de la vida.
Para quien desea intensamente un hijo, su nacimiento pudiera ser el evento más feliz. En cambio, para quien tiene una familia grande y situación económica deficiente, la llegada de un hijo no planificado ni deseado, puede representar una situación problemática y desagradable.
Una tarde plácida y crepuscular o una hermosa melodía, pueden ser bellas y arrobadoras para uno y hacerlo feliz, pero para otro podría ser nostálgico y evocador de situaciones tristes vividas, haciéndolo infeliz. Es que somos diferentes, particulares e individuales, con identidad muy personal. Una palabra, un gesto, una actitud cualquiera hacia otro ser humano, puede ser recibida o percibida con sentimiento contrario al deseado por quien la genera. Asimismo, nosotros mismos, pudiéramos reaccionar diferente frente al mismo evento, con o las mismas condiciones, pero en diferente tiempo.
Así hemos sido y seguiremos siendo por siempre los humanos: imperfectos pero perfectibles; diversos pero gregarios; con tendencia natural al amor, la bondad, la solidaridad, el confort y la buena vida. Pero esas tendencias tenemos que desarrollarlas. Nos corresponde ponerlas en función del logro de nuestra felicidad personal. Es algo que disponemos nosotros y nadie más, porque corresponde a nuestro libre albedrío. Nosotros decidimos si la tarde o la música es alegre o triste; nosotros decidimos si disfrutamos del color de una rosa, el canto de un pájaro, la sonrisa de un niño, o los ignoramos.
No hay nada más que hacer. Es así de simple: somos nosotros y nadie más, quienes resolvemos hacer los días buenos, mejores, peores o especiales. La vida deja la pelota en nuestro campo, a nosotros nos toca decidir que hacemos con ella.
MAQUILLANDO EL ESPIRITU
Posted in ACEPTACION, ACTIVIDAD SEXUAL PLENA, ALMA SANA, AMOR, AMOR ESPIRITUAL, AMOR FISICO, AMOR POR LA VIDA, AQUIETARSE, ARMONIA, AUTOCONTROL, AUTOESTIMA, BIORRITMO, IMAGEN IMPECABLE, LA RISA, MAQUILLAJE ESPIRITUAL, PROTECCION DE DIOS, SOMOS ESPIRITUALES Y CORPORALES, TRATO AFABLE, tagged DESTERRAR POR SIEMPRE EL RENCOR PERDONANDO AGRAVIOS, EL ESPIRITU SE ALIMENTA DEL AMOR Y LA BONDAD, MAQUILLAR EL ESPIRITU COMO EL CUERPO on 01/06/2008| 1 Comment »
La importancia de mantener una buena imagen física, reside en el hecho de que las personas mientras no nos conocen, la única idea que pudieran hacerse de nosotros estaría motivada por nuestra presencia física.
Como consecuencia, el mantener una imagen impecable puede ser determinante, tanto para quienes nos observan como para nuestra propia satisfacción personal.
Esa misma armonía física que aporta al sentimiento de autoestima, debemos procurarla en nuestro espíritu, cual incide de manera definitiva en la capacidad para ser felices. De tal suerte que, como nuestro cuerpo, requiere ser maquillado cuando fuere necesario.
Algunas experiencias vividas van dejando una especie de cicatrices en el alma, que si no son atendidas, debida y oportunamente, terminan afectándola y como consecuencia, desmejorando nuestra calidad de la vida.
La mejor manera de «maquillar el espíritu», es extirpando por siempre los recuerdos desagradables e ingratos; perdonando los agravios y aceptando la imperfección del ser humano, que en muchos casos, lo lleva a actuar más compulsiva que racionalmente.
La actitud positiva frente a la vida, convenciéndonos de que las actuaciones de las demás personas, cuando parecieren agresivas o desconsideradas, sólo son el reflejo de su propia personalidad, que es diversa, se constituye en la mejor «crema» para maquillar nuestro espíritu.
Eliminar el temor, sobre la base de la confianza en sí mismos y la protección permanente de Dios, es la mejor «base» para un buen maquillaje del rostro espiritual.
Recibir con amor y esperar lo mejor de cada día, disfrutándolo intensamente como si fuera el último, pero con vocación para vivir muchos años, es el mejor «reconstituyente» para mantener lozana la muy delicada piel del alma.
El amor espiritual vinculado a una actividad sexual plena, con la persona que amamos y hemos escogido para compañera de viaje largo, es «vitamina» que no tiene igual para mantener el espíritu en su óptimo nivel de eficiencia.
La risa, el buen humor y trato afable, son el mejor «perfume» para el espíritu, porque inunda, refresca y contagia de optimismo el ambiente, impregnándolo de buenos presagios.
No hay mejor «accesorio» para el espíritu que el buen estado de ánimo, porque predispone el compartir y hace más grata la convivencia.
Nuestra autoimagen interna no requiere de especialistas en cirugía reconstructiva o correctiva para variarla o mejorarla, porque depende de nuestra propia genialidad, actitud y aptitud para sentirnos plenos y satisfechos.
Por tanto, si en alguna oportunidad baja nuestro biorritmo y sentimos nuestra imagen espiritual desmejorada, debemos echar mano del maquillaje espiritual dándonos un toquecito de amor, de la misma manera como lo hacemos con nuestro cuerpo físico para vernos mejor.
Al fin y al cabo, no somos solo espirituales ni únicamente corporales; somos una conjunción físico -espiritual, que nos hace únicos y especiales sobre este planeta, y eso requiere permanente atención, porque además es… inmutable.