Posts Tagged ‘CRECER’
NUNCA TODO ESTA PERDIDO
Posted in ACTITUD PARA SER FELICES, ACTITUD POSITIVA, ACTITUD VIVENCIAL, ADULTOS FELICES, AGRADECER A DIOS, AMAR ES COMPARTIR, ANALISIS VIVENCIAL, AQUIETARSE, ARMONIA, ARTE DE VIVIR, ENTUSIASMO POR LA VIDA, Uncategorized, tagged AMAR A LAS PERSONAS, AMISTAD, AMOR, asuntos por resolver, AUTODISCIPLINA, basta a cada dia su mal, COMPETENCIA POSITIVA, CONFIANZA, CRECER, CRECER ESPIRITUALMENTE ES EL SENTIDO DE LA VIDA, DIOS ES AMOR, DIOS NO SE MUDA on 09/09/2015| 1 Comment »
Aunque la noche fuese oscura y borrascosa; los rayos azotaren la tierra derribando los árboles; el camino empinado, pedregoso y resbaladizo, siempre existirá un camino, y sobre él… el hombre: ese ser maravilloso, creado por Dios a su imagen semejanza y… con mucho de su propio poder. No importa si las condiciones son adversas, los hombres tenemos reservas físicas y espirituales para superar cualquier escollo, que a veces, en estado de hibernación dentro de nosotros, surgen con fuerza en los momentos más difíciles. Por eso, jamás debemos perder la esperanza, porque no fuimos diseñados para ser perdedores, sino ganadores. Nuestro fuero interno es un hervidero de vida, energía, ideas, recursos y valor, cuales son la herencia divina que vino con nosotros a este mundo cuando nacimos, nos acompañará siempre, y quizás, también luego de finalizar nuestro largo camino.
Somos la especie más inteligente, fuerte, adaptable y noble que puebla la tierra; por tanto, con nuestra fe, voluntad, trabajo y diligencia, podemos modificar y atravesar montañas, desviar, represar los ríos y dividir los mares; siempre en pro de nuestro desarrollo positivo. Si esto es así, y de hecho lo es… ¿Por qué turbarse o desesperarse? ¿Por qué permitir el estrés por situaciones o circunstancias que denominamos problemas y no son más que asuntos por resolver? ¿A qué temer si el mundo es nuestro? Hoy reinamos sobre él como se nos parece y siempre ha sido así. Es que, como seres gregarios, no requerimos herramientas ni armas especiales para sobrevivir; basta con la inteligencia y la palabra, que unidas a la integridad, el valor, el amor y la fe, como acertadamente lo sentenciara Jesús de Nazaret, podemos transformar el mundo.
Siento que hoy, más que nunca, debemos reflexionar sobre lo expuesto. Somos seres benditos por Dios en todo, además de los factores existenciales ya mencionados, fuimos dotados de un sistema inmunológico especial, que únicamente requiere pensamiento positivo, buena alimentación y amor a nuestros semejantes, para mantenernos sanos convirtiéndose en escudo frente a cualquier enfermedad. Quizás por ello, hace centurias un filósofo griego escribió acertadamente: “Primero enferma el alma y luego el cuerpo.”
Finalmente, luego de más de siete décadas observando en medio mundo la actuación de mis hermanos humanos, con sus obras, aciertos, virtudes y errores, no tengo duda que somos hechura perfecta de Dios y sólo requerimos comprenderlo para vivir una vida sin sobresaltos, temores y feliz.
IMPORTANCIA DE UNA VIDA TRANQUILA
Posted in EVITAR ESTRES, Uncategorized, tagged ABRIR EL CORAZÒN Y LA MENTE, AMAR A LAS PERSONAS, AMISTAD, AMOR, AMOR DE PAREJA, asuntos por resolver, AUTODISCIPLINA, basta a cada dia su mal, BUENA COMUNICACION, CALIDAD DE VIDA, COMPETENCIA POSITIVA, COMPORTAMIENTO ÈTICO EN EL HOGAR Y EN LA COMUNIDAD, CONFIANZA, CRECER, CRECER ESPIRITUALMENTE ES EL SENTIDO DE LA VIDA, DIOS ES AMOR, ENAMORAMIENTO, ESPERANZA, ESPIRITUALIDAD, ESTADO DE ANIMO on 17/07/2015| Leave a Comment »
Como todos mis días, el de hoy fue un día bello, porque estoy vivo, tengo una familia maravillosa, múltiples amigos que amo y muchas cosas que hacer, por lo que al sentirme activo y útil a mis semejantes me induce a escribir estas reflexiones para los visitantes de esta página web. Muy temprano tomé la Biblia y al azar leí a Mateo cuando dice: «Así que, todo lo que queráis que los hombres hagan por vosotros, así también haced por ellos» (Mateo 7:12). Tan edificante admonición afianzó mi ruego a Dios porque todos los días, pueda hacer algo por alguien, especialmente una palabra que le haga entender que la vida es elemental y bella, y por tanto, menos difícil de vivirla para cada quien; por lo cual debemos disfrutarla intensamente, porque existen más bendiciones que lo que consideramos problemas, pero que no son más que asuntos por resolver y Dios siempre está aquí para ayudarnos. Es que todos los días estoy más convencido de que los humanos, una vida que nos es dada elemental, tendemos a complicarla.
Al regresar a mi casa releí al Rabino HAROLD KUSHNER, en unos párrafos de su espectacular libro “When All you’ve Wanted Isn’t Enough” (Pag. 145) , cuando escribe:
“…Acerca de que se trata la vida? No es acerca de escribir grandes libros, amasar una gran fortuna, alcanzar el poder. Es acerca del amar y ser amado. Es acerca de disfrutar su comida y sentarse al sol, en vez de almorzar corriendo y regresar apuradamente de la oficina. Es para saborear los momentos que no perduran, los atardeceres, las hojas que cambian de color en el otoño, los escasos momentos de comunicación real. Es acerca de saborearlos en vez de perderlos porque estamos tan ocupados, y no van a esperarnos hasta que tengamos tiempo para ellos.”
Profunda reflexión de H. Kushner, que ojalá sea meditada por quienes lean este artículo, porque sin duda alguna, las cosas más hermosas y valiosas de nuestra vida cotidiana, son esas que de forma coloquial pero brillante nos expresó el autor ya citado, las cuales por cierto no son nada difícil de materializar. Pienso que si digerimos correctamente esta lectura, seguramente nuestra vida será todos los días, menos difícil y estresante. Siendo que además contribuirá a hacer la vida más grata y tranquila a esas personas que conviven con nosotros y que tanto amamos.
Si tienes alguna duda o requieres aclaración sobre el tema aquí tratado, el correo del autor está disponible: amauricastillo@gmail.com
UN STOP EN EL CAMINO I
Posted in CRECER, FAMA PODER, NIÑO INTERNO, tagged CRECER, FAMA PODER, NIÑO INTERNO on 11/12/2007| Leave a Comment »
No son los días de lluvia, ni el tener que manejar casi dormidos, todos los días para llevar los niños a la escuela. No es el sol de la mañana que quema nuestra cara, esas tardes brumosas, que huelen a… tristeza. Tampoco es el llanto constante de los niños, o la visita inoportuna de la vecina para describir a detalle sus males; o el ring insistente del teléfono recordando un pago olvidado, pero que debe hacerse antes de veinticuatro horas.
No se trata de las noticias que nunca son suficientemente buenas; o los aumentos de sueldo que no llenan nuestras aspiraciones; o quizás que nos ataca la depresión, o algo más grave: que nos estamos poniendo…viejos. No, ninguno de esos motivos tiene la fuerza para abrirnos esos vacíos nunca comentados, en el anchuroso pero secreto mundo de nuestra intimidad, que no nos permiten ser integralmente felices.
Es que de alguna manera, para nuestra propia ventura, por siempre y en el insondable mundo de nuestra interioridad, nunca hemos dejado, ni dejaremos de ser niño; sin importar si nos llaman adultos, si nos asignan mil responsabilidades, si se nos cae el pelo y las líneas de expresión, discreta pero progresivamente, invaden nuestro rostro. Aún recibiendo elogios, obteniendo fama, poder y fortuna; y sin que de nada sirva que nos digan papá, mamá o abuelos, en todo tiempo seguimos siendo niños: no lo podemos remediar. Es un regalo de Dios que está ahí disponible, pero únicamente utilizable cuando la vida de adulto se hace insoportable.
En esas emergencias existenciales, surge blanca nieves con sus siete enanitos, o cinderella; o una pequeñísima oruga en el camino, o una mariquita subiendo por el marco de una puerta; o pinocho con cualquiera de los personajes de ilusión de los hermanos Andersen llamando a su niño…extraviado; y nos devuelven por el tiempo necesario a ese mundo maravilloso del abra kadabra de los pequeñitos.
Ese mundo dorado de castillos de caramelo, donde hay mucho pastel… y helados que no tienes que comprar; donde te aceptan todo, y…como eres; donde todos quieren evitar que llores; donde eres la atracción central; donde no tienes que rendir cuentas… de nada. Sin importar si estás desnudo, medio vestido, o con la cara manchada de chocolate, todos te dicen: que lindo, te amo, eres lo más bello… a toda hora.
En una oportunidad leí que alguien decía que “Crecer es ir haciéndose triste…” No tiene porqué ser así, pero a veces pareciera que lo es. Crecer es una urgencia vital porque significa desarrollarse, y sin duda, nuestro destino es avanzar… siempre hacia adelante, nunca hacia atrás. En la medida en que crecemos, ese niño se va refugiando en nuestro interior, se nos va hundiendo, se va quedando atrás, se esconde… pero está ahí, en lo más profundo de nuestro ser. Precisamente por esa urgencia natural de desarrollarnos representada en el deseo de crecer, cuando vamos al kínder ansiamos ir pronto a la primaria; luego tenemos el mismo apremio para ir a la secundaria y después a la Universidad para graduarnos, comenzar a trabajar y ya nunca más… dejar de hacerlo.
De forma similar, en nuestra vida íntima también despedimos al niño para dar paso a las interrogantes típicas de los adultos; a las hormonas que bullen en nuestro cuerpo haciendo mayor el desconcierto de adolescentes. Luego la intrepidez del joven que se siente capaz de vencer al mundo, sin medir ninguna consecuencia y finalmente, el incomprensible e indefinible sentimiento de resignación soterrada que en la mayoría de los casos acompaña a la adultez.
En cada una de esas etapas de nuestro proceso de desarrollo una actuación nace pero no se reproduce sino que… muere. En la pubertad, los sueños nunca satisfechos; en la adolescencia, la renuncia a lo que sabemos que no podemos tener. En la juventud, una vida que comienza con grandes emociones, promesas de amor, comprensión y la esperanza de un futuro espectacular, que en poco tiempo mengua… las emociones.
Como por un destino fatal nos sumergimos en el incumplimiento de las promesas empeñadas, y si no tenemos algunas reservas espirituales mínimas, nos imbuimos en una vida monótona, rutinaria, aburrida y a veces… sombría, que preñada de angustia nos hace preguntarnos:
¿Sería para vivir esta vida monótona y sin emociones que vinimos a este mundo?
¿Para esto fuimos dotados de una vida que prometía ser emocionante, reconfortante… extraordinaria?
¿Para esto crecimos?
La respuesta es no, de ninguna manera. Como hijos predilectos de Dios no vinimos a este mundo para soportar una vida monótona, aburrida y sin emociones. Eso sería contrario al plan divino de nuestra creación, porque fuimos dotados de cinco sentidos precisamente para percibir las maravillosas emociones que nos llegan del medio ambiente en el cual vivimos. Pero además, en nuestro fuero interno, tenemos un venero inagotable de bienestar, siempre dispuesto para servirnos y el cual podemos manejar a voluntad: nuestro milagroso estado de ánimo, que es el mecanismo del que fuimos dotados por la naturaleza para que nos sirviera de escudo frente a la tristeza y el desencanto, que por la bipolaridad de los valores, desventuradamente duermen pared de por medio donde reposa la felicidad.
Para nuestra desventura, como adultos hemos permitido que una sociedad desarrollista, gradualmente nos envuelva en esa especie de carrera morbosa de buscar y acumular más cosas materiales de las que realmente requerimos; sin importar si en los recodos del camino se nos van quedando nuestros mejores sentimientos, que abonan nuestra vocación a la felicidad…
Próxima Entrega: UN STOP EN EL CAMINO -Parte II