Aunque el mes de Octubre se ha denominado el Mes Internacional de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, dada la alta incidencia de este tipo de enfermedad, todos los meses del año debemos dedicarlos a sensibilizar a mujeres y hombres, sobre la conveniencia de prever el nacimiento y desarrollo de esta grave dolencia. Las estadísticas no son totalmente coincidentes, pero respecto de las mujeres, nos indican que anualmente, por esta enfermedad, se producen aproximadamente más de 400 mil muertes y 1,4 millones de nuevos casos, convirtiéndolo en el 16% de todos los cánceres femeninos, siendo que según datos de la OMS, más del 60% de estos se producen en los países en desarrollo.
Ahora bien, como superviviente de un cáncer muy agresivo el año 2011, siento que tanto el origen de esta patología como su curación, como la mayoría de las enfermedades, tienen un alto contenido emocional. Leyendo los estudios sobre Medicina Germánica y las reflexiones del Dr. Hammer (https://www.newmedicine.ca/spanish_intro.php), quien perdió a su hijo y esposa por causa del cáncer, éste asevera que especialmente el de mama, en casi todos los casos responde a situaciones y conflictos, en relaciones gravemente deterioradas de carácter familiar y/o sentimental. Yo no tengo la calificación médica para apoyar o desestimar tales dichos, pero de lo que sí no tengo duda es que, desde el reciente descubrimiento de la Sicología Positiva, ya no es un secreto la importancia para el surgimiento, desarrollo, recuperación y sanación de cualquier tipo de enfermedad, el estado de ánimo y emocional de la persona.
Personalmente, tengo un profundo amor y respeto por todas las mujeres; tanto mi madre, mi esposa, mis hijas y todas las demás damas, representan la belleza, dulzura y nobleza de Dios sobre esta tierra. Por tanto, su dolor es mi dolor y por eso, en este mes de Octubre y en todos los meses del año oro, hago y haré todo lo posible para hacerles llegar el mensaje de que, independiente de las técnicas de observación y tocamiento sugeridas por la medicina para detectar protuberancias, nódulos o cualquier crecimiento anormal, el amor, la bondad, la cordialidad, la solidaridad humana, el disfrutar la belleza de la vida y la felicidad, son la mejor prevención contra el cáncer. Cientos de años antes de nacer Jesús de Nazareth un filósofo griego sentenció: “Primero se enferma el alma y luego el cuerpo”, y pudiera ser que no estuviese equivocado.