«LA REALIDAD ES UNA SOLA INDEPENDIENTE DEL MATIZ QUE LE DEMOS»
La sinergia ha sido su factor permanente en el desarrollo del hombre sobre esta tierra. Como seres inteligentes no sabemos ni podemos mantenernos estáticos, quizás porque esa inquietud constante para satisfacer nuestra natural curiosidad, la hace más interesante.
Esa dinámica permanente nos obliga a enfrentar todo tipo de situaciones, especialmente aquellas que no nos son positivas o beneficiosas, las cuales podemos interpretar como problemas no solucionables o asuntos por resolver. En el primer caso, pues no vale la pena mucha especulación, pero en el segundo -los asuntos por resolver- sí que es importante abordar con seriedad el asunto.
Independientemente de cual sea la índole del asunto, lo importante es asumirlo en su real dimensión; con sus posibles riesgos y consecuencias tal y como pudieren producirse, pero de forma sincera y aplicado a nuestra situación individual.
No hay asunto por complicado que fuere al cual no podamos encontrarle una mejor forma de atenderlo, pero asumido en su real dimensión. A ninguna solución ayuda magnificar o disminuir sus posibles consecuencias, ni hacernos los desentendidos a ver que sucede.
En vez de atemorizarse se requiere aceptar el suceso o evento en su verdadera magnitud; asumir su existencia como situación fáctica, y frente a los hechos, enfrentarlos de la manera más inteligente y tranquila posible.
¿Qué es lo peor que me puede pasar en esta situación? Es una buena pregunta para comenzar a enfrentarlos. Luego, evaluada la situación y asumidos los posibles riesgos y consecuencias personales, preparar un plan de actuación donde, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance, podamos disminuir su impacto o evitar el daño.
Conviene diseñar una estrategia para atenderlos, vale decir, con la información disponible, hacerse escenarios posibles. Esto es, si se dan tales hechos, actúo de tal manera; pero si se dan estos otros, entonces lo hago de esta otra forma; y así, hasta alcanzar determinar varias opciones, lo que aporta mayor capacidad para encontrar soluciones, y como consecuencia mayor tranquilidad, cual es un factor fundamental para disminuir la posibilidad de cometer errores.
No debemos olvidar que la realidad es una sola, independiente del matiz que se le pueda dar, pero que la mejor forma de enfrentar cualquier asunto es tomándolo en su dimensión correcta. Tampoco debemos desestimar que tenemos una capacidad casi ilimitada para adaptarnos a cualquier situación, por adversa que esta fuere, y esa característica exclusiva del ser humano, nos pone en ventaja frente a cualquier suceso.
Pero, si además de nuestra capacidad personal solicitamos la ayuda de Dios, quien siempre está disponible, podemos tomar cualquier reto y enfrentar cualquier situación con éxito, porque para eso fuimos diseñados inteligentes y… triunfadores.
Problemas, dificultades, molestias, trabas, cuando hablamos utilizando estos términos, creados para identificar cualquier situación incomoda, nos parece que las cosas o los escenarios son mas difíciles de resolver y surge algún tipo de frustración o miedo a la hora de enfrentarlos, pero cuando sustituimos esos términos por la palabra LECCION, ya podemos de una manera u otra poder ver mas allá de lo que esta realmente sucediendo. Preguntarse, ¿que estoy haciendo mal? Y sobre todo ¿Que tengo que aprender de esta situación?… Porque nosotros como seres humanos tendemos siempre a buscar un culpable pero nunca nos preguntamos ni vemos nuestras verdaderas faltas, entonces pienso que debemos pedir a Dios la humildad y la fortaleza de reconocer nuestros errores, expresarlos sin orgullo y sin rabia, pero con el carácter que requiera y asumiendo la responsabilidad que tengamos, sin miedo porque somos seres humanos y nos equivocamos una y otra vez, el único perfecto es Dios.
No olvidemos que todo padre quiere lo mejor para sus hijos, igual es nuestro Padre Celestial, que nos ayuda y nos vigila constantemente, y todos esos problemas son definitivamente lecciones que nos da la vida para aprender y crecer y una manera de obtener un poco de claridad ante estas situaciones inesperadas e identificar todas las oportunidades que arrastra, debemos decir “Padre aquí estoy, indícame que debo aprender de esta lección que me estas dando en este momento”. Y con verdadera Fe en el, todo mucho mas fácil y lo imposible se vuelve posible.
gracias a DIOS por este bello mensaje, en mediode las tinieblas se que hay una luz y esa lus es la de DIOS todo poderoso que esta en los cielos y que pronto vendra por sus hijos