Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for the ‘IMPORTANCIA DE VIVIR’ Category

LA INTELIGENCIA INFINITA Y FE

SOLAMENTE TEN FE

Releyendo a Ernest S. Holmes, un escritor norteamericano del  Siglo XIX (1867-1960), me produjo reflexiones que quiero compartir con mis lectores en estos días de confusión, desconfianza, competencia indiscriminada, cambio de algunos valores,  estrés y… lo más grave: TEMOR.

Muchos filósofos, religiosos e intelectuales, coinciden en que una “Mente e Inteligencia infinita, omnipotente y omnipresente”, independiente de su denominación específica, creó, organizó y domina todo lo creado. Pero su objeto más importante y hacia el cual orientó todos los beneficios de su acción perfecta, lo fue: EL HOMBRE. Por tanto, como su especial creación y objeto de su mayor atención, somos producto de su amor, ocupación y poder. Por ser parte de Él mismo, disponemos de su amor, capacidad y PODER, lo cual nos es trasmitido desde el nacimiento, cuando nos insufla la parte espiritual que denominamos alma, y que nos transfiere sus propias características, igual como un padre físico transfiere sus genes a sus descendientes.

Con ese bagaje extraordinario interno nos corresponde desarrollarlo a medida que acrecentamos nuestra conciencia de que disponemos de esas maravillosas bendiciones que nos son innatas. Mediante la palabra y acción  se nos permite comunicarnos, SENTIR que disponemos de  “el poder creativo de esa Mente infinita y omnisapiente” que es nuestro Padre Dios. Debemos aplicar y lograr en nuestra vida terrenal, el éxito en las cosas fundamentales y necesarias para una vida feliz. Y esto quedó probado con la expresión de Jesús, cuando sentenció: “La palabra que os he dicho, son espíritu y son vida”

Pero ese gran poder heredado de Dios es inútil sin la convicción inequívoca y fe absoluta para SENTIRLO dentro de nosotros mismos, aplicándolo a NUESTRA salud, economía, amor, generosidad, amistad, solidaridad humana, paz, caridad y actuación justa.  Así lo decretó Jesús, con gran autoridad y seguridad, cuando dijo:  “Hágase en vosotros según vuestra fe”. Con esto quiso decirnos, que ese gran poder lo llevamos dentro de nosotros mismos en todo momento y lo único que requerimos para conectarlo a esa Mente Universal e infinita, es la fe, la confianza, el pensamiento positivo y el agradecimiento.  Ni siquiera requerimos pedirlo sino activarlo, porque  también Jesús decía: “Mi padre sabe mejor que tú lo que te hace falta…”

Por experiencia propia sé que esto es cierto. Lo he vivido e independiente de cualquier otra opinión, no tengo duda de su efectividad, por lo cual todos los días… doy gracias.

Read Full Post »

EL EXITO MÁS IMPORTANTE ES EL QUE NOS HACE FELICES

 dsc02489

¿Qué significa tener éxito personal?

Pienso que aunque existan definiciones académicas de esta palabra, no existe aceptación general de su significado, con relación específicamente al ser humano. Asimismo, creo que con el transcurso del correr del tiempo y las modificaciones que se han producido en la forma del hombre de ver la vida, su consideración lo es, como casi todas las cosas, conforme al tiempo y al espacio.

Por otra parte y a título de ejemplo, no es lo mismo tener éxito en construir en el tiempo previsto y costos estimados de una gran represa, gigantesco puente o moderna infraestructura vial, que el éxito que puedan sentir en sus vidas quienes las construyen. Ya que, no obstante que tales actividades se realizan  y debe celebrarse su éxito, porque lo son en función social, en el fuero interno de cada persona, la situación pudiera ser diferente con respecto a su éxito personal.

No obstante que la vida del ser humano es absolutamente elemental, y si se quiere relativamente fácil de sobrevivir, el éxito individual no puede medirse desde ninguno de sus logros o aristas de vida, sino que debería referirse a su existencia integral.

El hombre tiene una existencia físico-espiritual, esto es, que no sólo estamos constituidos por un  cuerpo sino también por un espíritu. Este hecho indiscutible nos saca de los logros únicamente materiales para llevarnos al plano de la necesaria satisfacción espiritual; vale decir, que el éxito personal para que sea tal, no podrá ser ni sólo físico ni  únicamente espiritual, sino que  tendrá que ser conjunto: físico-espiritual.

Así tenemos que se conoce de hombres y mujeres exitosos en hacer fortuna, obtener fama, poder y sobresalir académicamente, pero su vida privada ha sido terriblemente desordenada, torpe y dolorosa;  inclusive han terminado solos y sin familia, lo cual ha hecho su existencia desgraciada.   Estas personas sólo alcanzaron  su realización física, pero no la espiritual, por lo tanto en el sentido práctico y efectivo, no obtuvieron el éxito en sus vidas.

Otras personas, que nunca llegaron a destacarse por encima de lo normal en cuanto a su fortuna, poder o fama, pero sí lograron estudiar, constituir una familia donde reinó el amor y los valores humanos, llegando al final de su existencia en un hogar amoroso, al lado de sus seres queridos. Estos individuos, a mi manera de ver el asunto, lograron su realización físico-espiritual y como consecuencia el éxito personal.

 

Read Full Post »

169228,1226842340,1

Alguien dijo que nuestra vida es como un rompecabezas, cual nos corresponde individualmente realizar de la mejor manera posible.  Somos especialmente individuales y diversos. Cada uno de nosotros es muy bueno para algo y mejor para otra cosa, pero tenemos capacidad y temple para no hacer nada malo: es sólo un asunto de  disposición.

Tenemos una especial capacidad de adaptación al medio y nuestro estado de ánimo,  que nos permiten dar el color deseado a la vida; vale decir, transformar a nuestra voluntad la sensación interna de los acontecimientos y circunstancias que se nos rodean.

No hay tarea pequeña en nuestra vida, porque todo lo que hacemos, de alguna forma o por su consecuencia, es trascendente. Desde tumbar o recoger la hoja más pequeña hasta realizar el acto más deleznable o heroico, siempre va a influir en algo o en alguien. Por eso nuestras acciones deben ser debidamente meditadas, y a ser posible, reflexivas.

Una palabra dicha con sinceridad y amor en su oportunidad puede salvar una persona o una colectividad completa. Asimismo, una palabra despreciativa, hiriente, inoportuna o mal intencionada, puede  hacer tanto mal, que ni en muchas vidas podríamos repararlo. Esa bendición de poder pronunciar palabras, es uno de los mayores tesoros que Dios nos dio, especialmente porque nos permite transmitir amor, compasión y caridad.

Nuestra mirada puede ser más expresiva que nuestra palabra, y como consecuencia, puede regalar paz, comprensión, desprecio u odio. Es por lo cual, hasta para mirar otra persona, debemos cuidar nuestra actitud, porque somos responsables de sus resultados ya que, por mandato divino, estamos obligados a amar a todos nuestros semejantes.

Un apretón de manos, una palmada, un abrazo o prestar nuestro hombro para recostar la cabeza al desvalido o desventurado, vale más que mil palabras y hacerlo eficientemente –esto es que se sienta nuestro amor-  es más difícil que regalar cualquier bien material por valiosos que fuere.

En todos mis años he observado que, compartir lo  que se  tiene con el que de todo carece es riqueza, no para quien lo recibe sino para quien lo da, porque la vida siempre te lo devolverá multiplicado por muchas veces y cuando más se necesita; porque un pedazo de pan al hambriento, vale más que celebrar  una cena para los pobres. Escuchar con paciencia e interés al triste o problemático no sólo es un acto noble, sino que nos hace parecernos a Dios.

 

Read Full Post »

El futuro está aquí. Es posible que ya estemos presenciando la gravidez de una nueva era; y los partos, aunque auguran nueva vida, siempre han sido dolorosos. Pudiera ser que algunos ya no estemos por aquí para la oportunidad del alumbramiento, pero el nacimiento se dará: habrá un nuevo mundo, más justo y bueno para la vida de todos los hombres. Venturosamente,  es un problema de tiempo, pero juega a favor de la humanidad.

En todas las épocas, una pequeña parte de los seres humanos apoyó el mantenimiento del status quo; se trataba de quienes disfrutaban de los privilegios. Pero la otra parte, abundante, adolorida, oprimida y paciente, presionó y esperó por los acontecimientos que derivarían de su actuación y siempre, independiente de cuanto fuese el tiempo, se dieron y se produjeron los cambios.

Esta vez no será diferente. Más temprano que tarde o más las cosas cambiarán. Nuevos modelos económicos y sociales refrescarán la vida de los hombres. Se trata más que de una conveniencia, de una necesidad colectiva, porque de no imponerse un nuevo orden, aún desconocido pero más justo, que permita mayor acceso a la riqueza y los recursos a todos y no a unos pocos; que ponga la vida y el bienestar del ser humano como prioridad fundamental, frente a los anti valores como la riqueza mal habida, el consumismo, la competencia imperfecta, la perversa utilización del sexo como mercancía o medio publicitario, el personalismo y cortoplacismo, simplemente el mundo se hará insufribles y sin incentivos para una vida feliz.

En ese proceso de cambios que se avecina, corresponde revisar conceptos, repensar y reinventar nuestra forma de interpretar la vida; inclusive desde el punto de vista filosófico, tendiente a determinar si la concebimos como un fin en si misma, o como un medio de algo más.

Se va a requerir mucha sinceridad y más desprendimiento personal en pro del beneficio colectivo. En esa nueva sociedad lo más importante deberá ser el ser humano en su conjunto, pero respetando la sagrada individualidad. El personalismo exacerbado dará paso a un tipo de colectivismo, donde el individuo al servir a los intereses del grupo, sirve a su propio interés, de tal manera que de la prosperidad del grupo derive su propia prosperidad, y en el cual pueda convivir holgadamente, bajo el el respeto por la individualidad de la persona humana con los intereses del grupo social.

Para quienes tenemos más de cincuenta años, todo empieza a hacerse demasiado nuevo y a veces difícil de digerir. Eso es natural, no tiene nada de extraordinario, ni debe atemorizarnos. Siempre fue así. De alguna manera, el devenir de los cambios en nuestro mundo es cíclico; pero en todos los procesos, unos trataron de detener el desarrollo de los acontecimientos, mientras otros lucharon y se aferraron a él como su única esperanza. Al final, dada la edad del mundo, los últimos vencieron a los primeros y los cambios se dieron.

Por eso tenemos que aquietarnos; tomarnos un tiempo para pensar, para meditar. Requerimos de manera individual, pero muy sincera y desprejuiciada, hacernos una composición de lugar; mirar hacia atrás sin hacer caso de los fantasmas del pasado, que sólo existen en nuestra mente, para felicitarnos por haber vivido una vida, que aún en su peor condición, ha sido buena.

Read Full Post »

Si invocamos a Dios y todo lo hacemos en su nombre, gracias a esta forma de vida sentimos que podemos amar sin limitaciones ni exclusiones porque, sin importar quienes somos, de dónde venimos o a donde vamos; cual nuestro sexo, posición social, económica, ideología o religión; sabemos que conformamos la gran familia humana, que es su creación más acabada sobre esta tierra para hacernos uno con él y nutrirnos de su esencia divina que nos transfiere una parte de su poder, que es inconmensurable como lo ratificó Jesús de Nazaret cuando sentenció: “…si tienes fe como una semilla de mostaza, moverás esa montaña…”

Cuando observo tantas personas atemorizadas por el castigo divino que supuestamente les espera; que se complican su vida con problemas, que por su intrascendencia son sólo asuntos por resolver, siento que por ignorar ese poder heredado de Dios, están desperdiciándolo para resolver asuntos elementales de sus vidas, que progresivamente convierten en importantes.

Por experiencia propia sé que no es difícil producir esos cambios de actitud, ya que mientras no los conocí, procesé internamente, me convencí y practiqué, también viví con temores, zozobra y angustias injustificadas, que sólo eran producto de mi ignorancia de ese esencial conocimiento tan fácil de usar, pero que atrasaron mi felicidad y la que pude dar a otros por muchos años.

Es un tema de reflexión que dejo para mis lectores, en la vía de ayudarles a vivir una vida con menos temores y más edificante, que en mi caso me dio inmejorables resultados y no tengo duda que quien de ustedes se convenza de ello, mejorará en muy poco tiempo su forma de vida, convirtiéndose en fuente amor, optimismo y bondad para sus relacionados.

En recuerdo de lo que pude hacer y no hice por mí mismo y por las personas que amé y amo, precisamente por desconocer cómo aplicar estas verdades, quisiera ayudar a otros a evitárselo dejándoles para su revisión, meditación y a ser posible ACTUACION, estas reflexiones que no son ficción sino experiencias de mi propia vida.

Así, amorosa pero respetuosamente, les sugiero que, más allá de cualquier creencia religiosa –que no se afectaría con su nueva actitud- se convenzan de que tienen ese poder de Dios dentro de sí mismos, y usándolo diariamente en su amor con la familia, trabajo, salud y en sus relaciones con las otras persona y puedo asegurarles que SERÁ ESPECTACULAR EL que experimentarán en sus vidas.

Read Full Post »

             TODOS SOMOS UNO… CON DIOS

Hoy, expectantes, observamos como el planeta cambia aceleradamente;  no sólo en su aspecto ambiental natural global (Meteorología, clima, pluviometría, etc.), sino en la manera como el hombre interpreta su  circunstancia vivencial.

La máquina del tiempo tritura viejas estructuras mentales y paradigmas que durante milenios indujeron al hombre a sentirse en lo interno temeroso, desamparado, imperfecto, insano,  pecador, inseguro, y consecuencialmente… infeliz.

Estamos rompiendo cadenas atávicas que nos amarraban  a supersticiones, gurúes religiosos y santos  e iluminados  dirigentes, quienes  supuestamente representaban la intermediación entre Dios y el hombre, con lo cual logramos liberarnos y  acceder directamente a Él mediante la oración -que es una confidencia íntima- más que con el rezo, que es invocación repetitiva y memorizada.

Como Él es nuestro padre y no se requiere antesala o intermediarios para hablar con nuestros padres ¿Por qué lo requeriríamos con nuestro Hacedor? Tal interrogante no tiene lógica y nuestro contacto con Dios no es ilógico sino racional.

Siento que por fin comenzamos a entender nuestro poder interno y capacidad personal para hacer nuestra vida conforme a nuestros ideales, sueños y metas; más seguros que nunca de que nuestro gran Hacedor  (Dios), quien es una energía universal que lo organiza todo perfectamente, vive en nosotros; pero de ninguna manera para castigarnos o reservarnos castigos en otra vida, sino para ayudarnos a vivir mejor y conforme a nuestra fe, optimismo, amor, generosidad y diligencia en ésta, con lo cual preparamos el camino para la próxima.

Por nuestra condición espiritual, sabemos que estamos aquí con un propósito, que presumimos de crecimiento y avance en esa instancia, por lo cual debemos deber  recorrer este camino de la vida de la mejor manera posible, y para eso está con nosotros el amor, la consecuencia, la aceptación, la generosidad, la solidaridad humana y ese tesoro exclusivo del ser humano, que nos permite transformar cualquier evento a nuestro favor por trágico que fuere: nuestro estado de ánimo.

No tenemos duda que Él  vive en nuestro corazón si lo invocamos y hacemos las cosas en su nombre, convirtiéndose y convirtiéndonos en  nuestra mejor  guía; y nada de eso tiene que ver con la religión que se profese, que responde a un comportamiento personal externo orientado al conocimiento de Dios, por lo cual, el contacto con Él al ser puramente  espiritual e interno,  acentúa la fe en creencia religiosa y no tiene porque colidir con ella,  sino que, jerarquizando la espiritualidad, pudieran   complementarse.

Hoy, gracias a esta forma de pensar,  sentimos que podemos amar si limitaciones ni exclusiones porque, sin  importar quienes somos, de dónde venimos o a donde vamos; cual nuestro sexo, posición social, económica, ideología o religión; sabemos que  conformamos la gran familia humana, que es su creación más acabada sobre esta tierra para hacernos uno con él y nutrirnos de su esencia divina que nos transfiere una parte de su poder, que es inconmensurable como lo ratificó Jesús de Nazaret cuando sentenció: “…si tienes fe como  una semilla de mostaza, moverás esa montaña…”

Cuando observo tantas personas atemorizadas por el castigo divino que supuestamente les espera; que se complican su vida con problemas, que por su intrascendencia son sólo asuntos por resolver, siento que por ignorar ese poder heredado de Dios, están desperdiciándolo para resolver asuntos elementales de sus vidas, que progresivamente convierten en importantes.

Por experiencia propia sé que no es difícil producir esos cambios de actitud, ya que mientras no los conocí, procesé internamente, me convencí y practiqué, también viví con temores, zozobra y angustias injustificadas, que sólo eran producto de mi ignorancia de ese esencial conocimiento tan fácil de usar, pero que atrasaron mi felicidad y la que pude dar a otros por muchos años.

Es un tema de reflexión que dejo para mis lectores, en la vía de ayudarles a vivir una vida con menos temores y más edificante, que en mi caso me dio inmejorables resultados y no tengo duda que quien de ustedes se convenza de ello, mejorará en muy poco tiempo su forma de vida, convirtiéndose en fuente amor, optimismo y bondad para sus relacionados.

En recuerdo de lo que pude hacer y no hice por mí mismo y por las personas que amé y amo,  precisamente por desconocer y  no aplicar estas verdades, quisiera ayudar a otros a evitárselo dejándoles para su revisión, meditación y a ser posible  ACTUACION, estas reflexiones que no son ficción sino experiencias de mi propia vida.

Por todo esto, amorosa pero respetuosamente, les sugiero que, más allá de cualquier creencia religiosa –que no se afectaría con su nueva actitud-  se convenzan de que tienen ese poder de Dios dentro de sí mismos, y úsenlo diariamente en su amor con la   familia, trabajo, salud y en sus relaciones con las otras persona y puedo asegurarles que SERÁ ESPECTACULAR EL CAMBIO EN SUS VIDAS.

QUE DIOS LES BENDIGA HOY Y… SIEMPRE.

Read Full Post »

LA ENFERMEDAD Y EL ESPIRITU (TERCERA ENTREGA)

                            AYUDATE  Y  YO  TE  AYUDARÉ

Frente al multimillonario negocio que ha resultado para laboratorios y “especialistas” los más de mil tipos de cáncer (Existentes especialmente en sus mentes),  diariamente divulgados y que inciden en contra de nuestra economía y salud, algo tenemos que hacer para protegernos.

Desde mi óptica, nada comprometida con intereses económicos ni científicos, pero profundamente humana y elementalmente práctica, dos son las armas más efectivas a nuestro alcance: en primer lugar, nuestra fe en el poder que Dios nos comparte en cada segundo de nuestra existencia; y en segundo término, una alimentación balanceada y menos acidificante de nuestro cuerpo, cual es el terreno abonado para la mayoría de las enfermedades,  conforme a la opinión del Dr. Otto Heinrich Warburg (1883-1970), Premio Nobel 1931 por su tesis «La causa primaria y la prevención del cáncer», quien atribuía esta enfermedad a una “…alimentación antifisiológica y un estilo de vida antifisiológico…”. Este científico de la salud relacionaba la “Alimentación  Antifisiológica”, a la dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo. Sobre esta base él determino que “Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son tejidos alcalinos.»

 De tal manera, en primera instancia nuestro fortalecimiento espiritual nos protegerá de muchas enfermedades, en la medida en que no tengamos duda de que:

-Somos la obra más acabada y perfecta de Dios y por tanto nada debemos temer;

-Como hechura de Dios, lo normal es la salud,  la enfermedad es la excepción;

-Tenemos capacidad para vencer cualquier padecimiento, porque nuestro cuerpo  se renueva permanentemente;

-Nuestro cuerpo sigue las órdenes de la mente que se conecta con el espíritu y este con Dios, quien nos transfiere su poder y podemos aplicarlo;

-Nada es más poderoso que Dios y Él está con nosotros y así será… siempre.

Para crear las condiciones para aplicar la efectividad de nuestra fe, estamos obligados a amar y por tanto cuidar de nuestro cuerpo físico, proporcionándole alimentos que fortalezcan el organismo mediante un metabolismo  fisiológicamente idóneo.

Así tendremos que, para tener una vida sana deberemos estudiar la abundante información tanto en Internet como en otras fuentes, de cuál es el valor nutritivo y curativo de las frutas y los otros vegetales, que tenemos a nuestro alcance; así como el nivel de utilización de fertilizantes e insecticidas en su producción, que pudieran afectar negativamente su consumo.

En segundo término, investigar los niveles de acidificación de las diferentes carnes y otros productos energéticos utilizados en la alimentación, especialmente el azúcar refinada. Asimismo, revisando sobre los conservantes utilizados en los productos enlatados y embotellados, así como su integración química para determinar su influencia en la salud.

Con toda esa información procesada y evaluada, estaremos en plena capacidad de consumir y utilizar aquello alimentos que nos permitan considerarnos sanos, fuertes y bellos, lo cual unido a nuestra espiritualidad nos hará menos vulnerables, y quizás inmunes a la mayoría de las enfermedades. Es esta la actitud que conozco en la gente sana y… feliz.

Read Full Post »

                   SIENTO MI PRESENTE COMO UNA BENDICION


Quienes aseguran que todo tiempo pasado fue mejor, quizás se aferran a imágenes mentales de su ayer, que constituyen en  refugio para escapar a una realidad, que por cualquier circunstancia les produce temor a enfrentar con entusiasmo su vida diaria.

Pienso que todo tiempo es bueno para disfrutar las muchas bendiciones que existen sobre esta tierra para nuestro beneficio. Si bien es cierto que algunos de nuestros recuerdos son hermosos y gratos, no menos cierto es que  será muy difícil evaluarlos en su justa medida, fuera de su contexto de tiempo y espacio.

En principio, en nuestra existencia, la forma de ver la vida y las cosas evolucionan y se comportan conforme se suceden los acontecimientos. Así, algunos valores y códigos de comportamiento sufren modificaciones, producto de nuestro desarrollo físico e intelectual; como consecuencia, situaciones que ayer nos parecieron interesantes, hoy pudiéramos considerarlas irrelevantes.

Respecto de los gustos, por ejemplo, es común que aquello que nos pareció espectacular y bello en nuestra niñez o adolescencia, cuando somos adultos cambie radicalmente; y es que, en esa época ya superada, por nuestra natural curiosidad todo era nuevo y emocionante, pero con el devenir de los años, el enfrentar diariamente una vida que es absolutamente práctica, pone las cosas en su debido lugar.

Decir que todo tiempo pasado fue mejor, sería como aceptar que con el correr del tiempo,  se pierde nuestra capacidad de disfrutar de las cosas bellas y buenas del presente, especialmente el amor de y a nuestros semejantes, y eso sería tan terrible como aceptar que estamos muriendo… lentamente.

No digo que unos días no sean diferentes a los otros, porque eso es más bien, deseable. Pero aferrarse a la nostalgia común en mucha gente, derivada de situaciones que ya nunca volverán, es un sentimiento que al distorsionar la realidad, sacrifica las cosas buenas de la vida diaria, por un recuerdo que nuestra mente, erróneamente evoluciona incorporándole elementos sublimales que nunca llegaron a existir.

Sin considerarme obsesivo, soy un fanático del presente, por el cual… doy gracias; lo vivo intensamente, lo siento en cada una de mis células y si de algo me sirve el tiempo pasado, es para fortalecerlo con los buenos recuerdos, cuales por cierto son los únicos que en mi permanecen.

Por eso… ¿Mi mejor tiempo? Este eterno presente, cuando aún puedo pronunciar esa maravillosa expresión que dice más que mil palabras: te amo.

Read Full Post »

«Nada ni nadie podría evitar que  cumpla con  mi  misión sobre esta tierra de Dios»

¿CUAL SERÁ MI MISIÓN EN ESTA VIDA? Como cualquier ser humano común, con más de siete décadas en mi haber, repetidamente me hecho esta misma pregunta, cual más allá de planteamientos filosóficos de alto vuelo, he digerido más o menos de la siguiente forma:

No vinimos a este mundo a contar horas, días, meses o años; competir por acumular dinero, bienes,  riqueza, poder, figuración o fama, sin importar el daño que hagamos a las demás personas o el  medio ambiente; porque al final, nada es nuestro y por tanto nada podremos llevarnos de este mundo.

Tampoco se nos dio la vida como un castigo o condenación a soportar una pesada carga, sino por el contrario, vinimos a crecer en espíritu, fortaleciéndonos en amor, generosidad y sensibilidad frente a nuestros semejantes.

Se nos dio la vida para disfrutar de todas las maravillosas e invalorables sensaciones que se generan cada segundo en nuestro mundo y que podemos percibir por nuestros sentidos, si no estamos ocupados en procurarnos bienes materiales que son absolutamente temporales, porque nada podrán beneficiarnos luego de esta vida.

Vinimos porque tenemos una misión que cumplir, que no conocemos pero sabemos que nos corresponde y vamos a cumplirla. Es por lo cual vivimos con entusiasmo, fe y confianza en nosotros mismos, nuestra actividad, sus resultados y la gente que nos rodea.

Es por esa sensación interna de tener una misión que se han vivido los más sublimes amores, los actos más heroicos, las obras de arte inmortales,  los mayores inventos. Asimismo, es la motivación para amar, construir una familia, estudiar, trabajar y ser útiles a nuestros hermanos humanos.

Es el acicate para enfrentar los fracasos y tropiezos, como meros retos que nos preparan para seguir adelante y ser mejores, especialmente para proteger a nuestros hermanos más desvalidos.

Es el presentimiento de que no estamos aquí por accidente, sino para cumplir un cometido, lo que nos aleja la tentación de desviar nuestro camino de la realidad de ser armoniosos, moderados, parcos y útiles, siempre en función de quien nos necesite y no caer en la vanidad, que tiene colores y sonidos engañosos y vuela con alas doradas.

Fue ese sentimiento lo que alimentó el carácter, resistencia y constancia de los hombres y mujeres, que con su obra magnífica de diferente índole, dejaron profunda huella en la humanidad: su concepción de que nada ni nadie podría evitarles cumplir con su misión sobre esta tierra de Dios.

Read Full Post »

NO ES IMPORTANTE SI NOS VAMOS O REGRESAMOS, SÓLO QUE… HEMOS VIVIDO

Hoy, desde mi ventana miré una gota de rocío rodar sobre un pétalo de rosa; luego la vi precipitarse en una lenta caída hacia el césped, donde se perdió entre la yerba, sin un chasquido, rumor o ruido alguno.

Simplemente, la depositó la noche, cumplió su función vivificante y luego, como llegó se fue a un nuevo espacio, desconocido pero necesario para su fin.

Creo que así debe ser nuestra vida. Como una gota de rocío llegamo
s  en una noche cualquiera, nos posamos sobre esta tierra, cumplimos nuestra función y luego… nos vamos. ¿A dónde? No tiene importancia, solamente nos vamos o quizás… regresamos.

Pero así como esa gota de rocío, mientras existe vivifica el pétalo de la rosa, calmando su sed siempre existente y luego se incorpora a la tierra para seguir dando vida, igual nos corresponde  a nosotros vivir, amar, ser útiles y, si es posible de alguna manera, en otra dimensión,  continuar siéndolo aún después de esta vida.

Así como el agua, la noche, el pétalo de la rosa, el ruido y los aromas que inundan el espacio, crean la gota de rocío, sus condiciones, dándole vida y función, así en este mundo físico donde nuestro espíritu viene a materializar sus experiencias, podemos encontrar lo necesario para vivir integralmente, disfrutar, servir y… ser mejores.

¿Cuánto podemos vivir? Tampoco es trascendente. Si algo pudiera serlo, sería cómo y para qué vivimos. En tal sentido, corresponde lograr una existencia edificante y plena, que nos posibilite, durante este camino por la vida, superarnos espiritualmente creciendo en amor, generosidad,  comprensión y fe en que existe algo más para nosotros, que requirió este paso necesario, precisamente, para avanzar hacia esa meta.

Por eso, como la gota de rocío debemos vivir una vida refrescante, armónica, pausada, liviana, tranquila,  sin otra preocupación que la del momento; porque como esa gota no conocemos nuestro destino, pero sí sabemos que existimos porque  tenemos una función que consumar, que es importante, y que sin que interese en cuanto tiempo, sin duda alguna… la cumpliremos.

Hoy, cuando el manto negro de la noche cubra las cosas y las estrellas me guiñen burlonas su inmensidad y lejanía, recordaré que como esa gota de rocío, soy un milagro de Dios que no está aquí por accidente, sino con un plan que, aunque no conozco, es bueno para mí y para quienes me rodean y regocijado… daré gracias.

Read Full Post »

« Newer Posts - Older Posts »