Permanentemente personas me han manifestado su constante angustia por su vida futura, la de su familia, especialmente su trabajo y sus hijos.
Normalmente les pregunto: ¿Te acuerdas cuando tenías un mes de vida? Y… ¿Qué hiciste para lograr sobrevivir, hasta la edad que tienes, dada la altísima vulnerabilidad física tanto de un bebé como de un adulto?
Normalmente, no argumentan nada diferente a “me he cuidado”, “he trabajado duro”, pero siempre he vivido con el temor de que será de mí o mi familia mañana.
Es que, en el mundo de la realidad, especialmente en estos días preocuparse por el mañana propio o de la familia es absolutamente irrelevante, o por lo menos… inoficioso. Otra cosa es ocuparse de la prevención mínima necesaria.
En verdad, creo que lo más sano para cualquier ser humano es VIVIR EL DIA, además… intensamente. Cuando abrimos los ojos en la mañana, precisamos el nacimiento de un nuevo día que es una vida. Porque millones de personas no pasarán de una hora con vida y jamás conocerán otro nuevo.
Por otra parte, he comprobado que la gente más feliz es aquella que hace lo que tiene que hacer lo mejor que puede hoy, sin preocuparse más de la cuenta de mañana; y como no pueden conocer el futuro, por lo cual nunca sabrán si habrá un mañana para ellos, AL DISFRUTAR EL DIA DISFRUTAN… LA VIDA.
Todo lo dicho, independiente de la concepción religioso-filosófica de por qué y para qué estamos aquí. En mi caso, yo estoy aquí con una misión que debo cumplir, la cual no conozco ni me interesa conocer, pero sé que cumpliré.
No estoy aquí por accidente ni soy un error de la naturaleza, porque soy la hechura de esa fuerza infinita, universal, omnipresente, omnipotente y poderosa que conocemos como Dios. Y si él, a mí como a mi familia les tiene una misión asignada ¿No es lo más inteligente disfrutarla sin temores? Y… ¿Qué mejor que no desperdiciar ni un minuto viviendo intensamente cada día?
Si preocuparse por mañana aportara más satisfacción o menos estrés, pero de lo que he visto hasta hoy, es que disminuye el pelo, aumenta las arrugas y la próstata, convirtiéndose en fuente para los ACV, infartos, y otros males que pueden hacer infeliz nuestra vida.
Entonces… ¿Qué esperamos?.. A vivir el día intensamente, siempre confiando en que mañana vendrá un nuevo día mejor, y… así será.
aveces por problemas cotidianos de una u otra forma cuesta mucho trabajoser feliz cada dia, pero no es imposible, lo importante es encontrarles una solucion sin empañar nuestro dia ¡¡¡¡