Releyendo al siempre admirado Dr. Ron Jenson, me encontré con un criterio que él atribuye al Sr. Roy Roberts, ex Vicepresidente de General Motors de 55 años de edad, que trata sobre el equilibrio de nuestra vida, que creo debo compartir con mis lectores. El decía:
“La vida es como hacer malabarismos con bolas de cristal y de goma; el éxito depende de saber cual es cual. Mis bolas de cristal son mi religión, mi fe, mi trabajo en este país. Cualquier otra cosa es una bola de goma, que usted puede dejar caer, esperar una semana, un mes o dejarla rebotar. La vida es acerca de elecciones. La vida es acerca de Equilibrio.”
Coincido plenamente en que toda nuestra vida es equilibrio; físico o espiritual, pero todo es… equilibrio. Nuestra espiritualidad, salud, amor, intelectualidad y finanzas, están directamente conectadas a nuestro equilibrio emocional. Así, si nuestro espíritu se perturba o intranquiliza porque no estamos contentos con lo que hacemos o no somos felices, como lo predica la Nueva Psicología, tal circunstancia incidirá inmediata y directamente en nuestra salud, relación afectiva y laboral, producción intelectual o académica y en nuestra situación económica.
Algunas circunstancias de nuestra vida equivalen a bolas de goma, que podemos manejar a placer sin grandes consecuencias. Pero otras que son trascendentes, lo son de cristal y cuidadosas de manejar porque si se rompen, difícilmente pueden repararse con el rendimiento anterior al evento desgraciado.
Como asesor corporativo, continuamente asisto a reuniones donde, independiente de la jerarquía, a menudo encuentro personas que no identifican el secreto de vivir el camino, que es como decir: poner amor a lo que hacen y disfrutarlo; edificar a sus compañeros; identificar los tropiezos y errores como enseñanzas; sentir la importancia de ser útiles, como máxima ambición humana; y como consecuencia, ser… felices.
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