NOCHE DE NAVIDAD
Esta noche de luces, regalos y campanas, es momento especial para unir la familia: la que está lejos y la que está cerca; porque somos seres físico-espirituales y eso nos permite reunirnos físicamente, pero también comunicarnos espiritualmente.
La familia es uno de los regalos más hermosos que nos da nuestro Padre Celestial, normalmente integrada por los padres y los hermanos; pero no debemos olvidar que existe esa otra familia que no nos llega por la sangre sino que nosotros voluntariamente escogemos: LOS AMIGOS.
Pero en la Cena de navidad debemos sentarnos a la mesa y si es posible invitar un amigo, de esos que no tienen su familia cerca, o simplemente están solos. En la mesa debemos compartir el pan que Dios nos permite poner sobre la mesa, bendecirlo y bendecir a todos aquellos que contribuyeron con su producción. Debemos agradecer la vida, el amor y todas esas muchas bendiciones que Él puso sobre la tierra para nuestro disfrute.
No debemos olvidar que allí en esa mesa de navidad está Dios con nosotros; que está diciéndonos que todos somos uno con él. Que tenemos que amarnos, ser generosos y solidarios, porque al hacerlo lo somos con él.
Esta es una noche para dar, no solo alimentos, abrazos y besos, sino ternura, compasión, caridad y comprensión. A veces es más difícil dar comprensión y ternura que obsequiar cualquier bien material. Por eso esta es una noche para decir te amo de todas las maneras posibles.
También es noche de Oración porque es hora de recordación de todas esas personas que amamos y ya no están, o aquellas que estando no saben aprovechar la alegría del amor de Dios; por ellas debemos orar recordando a Jesús cuando decía: “Todo lo que pidas en oración os será dado.”
Es noche de mirar el firmamento, porque desde allí El Padre nos guiña el ojo para recordarnos que no duerme, siempre pendiente de nuestro bien estar y eso es un compromiso para que nosotros hagamos lo mismo por nuestros semejantes, especialmente por los más desvalidos.
Es noche de salir a la calle y gritar Feliz Navidad y sonreír a todos los que pasan; es momento de observar si alguien carece de algo de lo que disponemos y obsequiárselo con amor. Especialmente si es un niño o un pobre, porque Jesús decía: “Lo que hagas por uno de ellos por mí lo haces.”
FELIZ NAVIDAD HERMANOS… DEL MUNDO
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