ESTE PAIS NO DEPENDE DE UNA CONTINGENCIA
Escucho todo tipo de comentarios, en su mayoría con la idea de que si el Presidente Chávez no se presenta a la toma de posesión el día 10 de Enero de 2013, en el país pueden suceder todo tipo de tragedias. Eso es absolutamente malintencionado o ignorante.
El hecho de que el Presidente tome la decisión que estimare conveniente, de ninguna manera va a paralizar el País o a crear un caos. Entre otras cosas, porque independientemente de que el Presidente fue muy claro, cuando habló de esa posibilidad, tenemos una Constitución que nos muestra el camino de actuación, al cual él se refirió con toda claridad y con el cual todo el país está de acuerdo.
No tiene lógica que el país viva asustado porque algo pueda suceder al Presidente; porque, por una parte, la Constitución nos muestra claramente el camino en tal contingencia, y del otro lado, tanto en el PSUV como en los partidos de la Oposición hay hombres y mujeres con suficiente liderazgo y amor a la patria para tomar tales responsabilidades.
No es un problema de género, edad, carisma o recursos, ni a que partido se pertenece. No, no es así; es un problema de amar a Venezuela, de tener los riñones que se necesitan para enfrentar lo que venga y al hacerlo se da por entendido que se hace por todos los venezolanos y no por una parte de ellos.
Yo no estoy preocupado, yo se que los venezolanos somos del tamaño del compromiso. Siento que nunca estuvimos tan divididos como ahora y sin embargo la patria no se ha destruido, sino que por el contrario, se ha fortalecido. Asimismo, presiento que se inicia otra etapa de mayor entendimiento, de más tranquilidad, de mayor cordura. Intuyo, por declaraciones que he escuchado a algunos Gobernadores electos propuestos por el Gobierno, que están recapacitando seriamente sobre la gobernabilidad en sus Regiones, lo cual implica dialogar, conversar y oír la opinión de todos los sectores, inclusive la dirigencia opositora.
No creo en casandras agoreras, como lo dijera Rómulo Betancourt, quienes comentan diariamente que sucederán eventos desastrosos. No somos augures para conocer el futuro, pero sí conocemos la actuación del venezolano durante sesenta años, y ni siquiera en presencia de eventos tan graves como golpes de estado, el país se ha desbarrancado.
Nos corresponde tener fe, confianza, tranquilidad, cordura y hacer cada uno de nosotros lo que nos corresponda.
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