“No hay enfermedad del cuerpo sin enfermedad del espíritu.”
He recibido solicitudes de lectores quienes, además de sus problemas sentimentales y económicos, dicen sentirse agobiados por enfermedades sin una razón aparente, que les sumerge en una existencia indeseable, sobre tratar la posible vinculación entre la tranquilidad espiritual y la salud integral.
Trataré de emitir algunos criterios más allá de cualquier disquisición terminológica sobre términos médicos, sobre lo que considero relación directa entre el espíritu y nuestra salud, desde una visión holística del entorno humano y no únicamente física o espiritual.
En esta página diariamente tengo contacto con cientos de personas que como yo, sentimos la importancia de tratar el tema con la mayor amplitud de criterios posible, no sólo del punto de vista estrictamente médico curativo, sino más allá, dentro de la nueva psicología y otros planteamientos de carácter psiquiátrico; porque al fin y al cabo, todos somos afectados.
Al menos en el entorno de mis asesorados, la mayoría de quienes manifiestan deterioro de su salud, al analizarlos en su intimidad, se observa que viven inmersas en conflictos personales sentimentales y/ familiares, resentimientos, frustraciones y sentimientos de retaliación, lo que denota que sus enfermedades son consecuencia de su intranquilidad espiritual.
Es que en mi opinión, luego de haber superado los setenta años sin enfermedades diferentes a una apendicectomía o un resfriado cada varios años, estoy convencido de la perfecta vinculación entre la mayoría de las enfermedades y la situación de desequilibrio o desarmonía físico-espiritual.
Sobre el tema, enriquece comentar lo expuesto por el desaparecido Psiquiátra, conferencista y escritor francés David Servan-Schreiber: “No se puede separar el estado físico del estado mental… la clave de la medicina del siglo XXI será el vínculo entre el cuerpo y el espíritu… esta sabiduría está siendo recuperada por la medicina, porque la ciencia demuestra que funciona. ”
No obstante, el fundamento de este calificado criterio de un científico de la Salud no es nada nuevo, ya que, cientos de años antes de Jesucristo, un filósofo griego comentaba: “No hay enfermedad del cuerpo sin enfermedad del espíritu.”
Hoy existe una extraordinaria expectativa en el mundo sobre el tema de la espiritualidad vinculada a la felicidad; y consecuencialmente, la influencia de su desequilibrio sobre el surgimiento de las enfermedades, como una reacción de nuestra parte física ante esa intranquilidad espiritual, lo cual alcanza una diversa escala de investigación, estudio y divulgación, cuyos resultados, por la limitación de espacio, continuaré tratando en la próxima entrega.
BELLISIMAS PAGINAS.-CONTENIENDO FILOSOFICAS IDEAS PARA EL BUEN VIVIR.-ME GUSTAN Y ME SORPRENDEN .-OJALA MUCHO/A/S TENGAN ACCESO A TODAS ELLAS .-PERO SOBRETODO QUE TENGAN LA NECESIDAD DE SU ALMA PARA PROFUNDIZAR EN ELLAS.———–