Cuando dos personas diferentes llegan a hacer de sus vidas un solo cuerpo y una sola alma, es un evento especial que sólo puede producirlo… el amor. La principal motivación para unir nuestra vida a la de otro, casi siempre extraño hasta poco antes de conocerlo, es confundirse en uno solo con esa otra persona.
El amor surge espontáneo, pasional y… urgente. Su espontaneidad le genera riesgo, pasión y peligro. Su urgencia es la de lograr unir el cuerpo y el alma con quien amamos, sin importar el riesgo. Cuando amamos, jugamos a ganar o a perder; simplemente, lo arriesgamos todo sin reservarnos nada. Nuestros mecanismos de defensa se minimizan y sólo queda espacio para la emoción, la pasión, el entusiasmo, la ilusión y… la esperanza. Todo inmerso en esa bruma rosada que nos hace ver la vida como debería serlo: muy bella.
El resultado de esa hermosa aventura que significa hacer pareja, dependerá de que los dos tengan la capacidad de confundirse en un solo corazón y una sola alma; lo cual por cierto no es tan difícil, pero sí requiere de nobleza, generosidad, deseos de dar, reconocer y aceptar a quien amamos, en sus propias y originales dimensiones humanas.
No es posible encontrar un “prototipo” conforme nuestros deseos, pero si tenemos la capacidad de fundirnos con el otro, al confundirnos nos hacemos una parte de su cuerpo y su alma. Así, al integrarnos en uno solo, vencemos las diferencias, caminamos por el mismo sendero con los mismos intereses, ambiciones y sueños; eso es posible, lo he vivido y disfrutado por más de treinta y nueve hermosos años. No ha sido fácil, pero si emocionante y engrandecedor.
Es como una meta que establecemos, en beneficio de la cual todos los días hacemos algo positivo, beneficioso y… agradable. Tiene que ver mucho con el color que uno asigna a las situaciones y eventos de la vida diaria. Somos nosotros y nadie más los responsables de lograr el premio; viviendo de la mejor manera posible, manteniendo vivo el afecto y el respeto, haciendo del hogar un nido de amor donde se funde y progrese una familia; y eso sólo puede lograrse cuando dos personas que se aman y hacen pareja, tienen el valor y sinceridad de mostrarse como son, de actuar para fundirse y confundirse en un solo cuerpo y una sola alma.
Espero que sepas lo afortunado que eres de poder vivir esa
experiencia por tantos años y ser capaz de compartirla.
La verdad es q no se si en esta vida pueda encontrar a la
persona que me acompañe a vivir esa experiencia,
pero solo tengo 23 años, queda mucho por recorrer
y sino, será en otra vida en que nos reencontraremos.
Muchas gracias por compartir tus pensamientos y vivencias,
ha sido muy grato encontrar esta pagina.
Adios
Una pregunta,
si es q puedes responderla te lo agradeceria infinitamente.
¿Como es que nunca estamos en contacto con nada, es la energia repulsiva lo que lo provoca? como es que nunca tocamos nada ni nada se toca,
me entiendes?
en el video «¿Y tu que sabes?» despues del minuto 25, el niño le dice a la mujer que nunca el balon de basket la toco,
se que es cierto, pero no me lo logro explicar completamente.
Si pudieses explicarmelo, por favor…
gracias