¿Qué es la conciencia?
Más allá de conceptos filosóficos, academicistas o escolásticos, como soy un escribidor para las personas comunes y corrientes, trataré sobre el vocablo CONCIENCIA, desde el ángulo del pensamiento consciente, ya que existe una dimensión de la conciencia en el sueño y en estados hipnóticos, así como que se afecta por el alcohol y las drogas heroicas.
La conciencia nos diferencia de los seres irracionales, constituyéndonos en seres especiales, inteligentes, únicos y… maravillosos en el universo conocido, permitiéndonos asimilar apropiadamente la realidad del ambiente que nos rodea. Así, mediante nuestra percepción sensorial estabilizamos nuestras inquietudes físico-espirituales, digiriendo esas sensaciones externas-internas que experimentamos, con la fuente que le da nacimiento y sustento: LOS VALORES.
La conciencia, que paradójicamente siendo absoluta, nace de valores que son duales o bipolares (frente al bien el mal; frente a la alegría la tristeza, etc.), nos permite procesar internamente el efecto de todo acto propio o de extraños, porque al compararlo con lo que somos o quisiéramos ser, nos posibilita reconocer los aciertos de quienes, conforme a nuestra ideología interna pudieran ser mejores, así como aceptar aquellos que sobre esa misma base, pudiésemos considerar de nivel inferior.
El entender lo que es conciencia para acercarnos a una vida feliz ya es una preocupación colectiva, por lo cual la UNESCO mantiene una propuesta para desarrollar “cursos de conciencia” en la educación formal, inclusive a nivel pre-escolar, con intención de fortalecer la conciencia individual y así promover la conciencia colectiva, en busca de una CONCIENCIA UNIVERSAL que redunde en bienestar y felicidad para todos.
Podemos asimilar la conciencia a un árbol, donde la raíz es DIOS, su cuerpo LOS VALORES, sus frutos LA FELICIDAD PERSONAL, y sus efectos sobre el ambiente LA PAZ SOCIAL. El amor, la verdad, la solidaridad, la honradez, la lealtad, la caridad y el respeto por la persona humana en su integralidad físico-espiritual, entre otros, son valores fundamentales que debemos cultivar, por sobre toda nuestra diversidad de pensamiento.
Una conciencia acorde con esos valores supremos, no sólo tranquiliza y predispone nuestro espíritu para recibir y dar amor, sino que físicamente, como ya ha sido probado científicamente, beneficia nuestro sistema inmunológico y nos hace fuertes frente a las posibles enfermedades,
Acoto que, aunque algunos comportamientos humanos fueren deplorables, la conciencia siempre es buena porque es ese hilo que nos vincula con Dios; por tanto, recuerde que en su voluntad se encuentra la posibilidad de tener una conciencia tranquila, lo cual no es nada difícil y le permite amar intensamente, ser útil, prever enfermedades y tener un cuerpo sano, enfrentar cualquier adversidad con fortaleza, todo lo cual le asegura una vida feliz.
[…] LA CONCIENCIA […]
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