¿PUEDO ABRAZARTE?
Cuando pagaba en la caja del supermercado, observé que las personas de la cola estaban serias, entonces tarareé una canción; la cajera sonrió y me dijo ¿Porqué está tan feliz? y las restantes personas sonrieron.
Luego, encontré una pareja joven que entraba y les saludé amablemente; me sonrieron y saludaron alegres. Más tarde encontré uno de mis relacionados, lo saludé afablemente diciéndole: -es Navidad ¿Puedo abrazarte? -Claro que sí, me dijo y sentí la calidez de su abrazo.
Todo esto me hizo preguntarme: Si a la gente agrada cantar, saludar y abrazar a sus amigos ¿Por qué no lo hacen? ¿Qué les limita? ¿Dónde se nos quedó la espontaneidad, alegría e interés por los demás? Porque, cuando saludamos o expresamos: ¿Cómo estás? demostramos nuestro interés por esa persona, que nos alegramos de verla y que nos importa.
¿Qué nos sembró de indiferencia sobre las cosas bellas, irreemplazables e irrepetibles que nos brinda un hermoso día lleno de colores, sonidos y extraordinarios pequeños detalles? O, ¿Una pacífica noche, cómplice de nuestra aventura amorosa? O, ¿Esos maravillosos seres dadores de amor que son nuestros hermanos humanos?
No encuentro explicación racionalmente aplicable. Intuyo similitud con quien no disfruta del color y aroma de una rosa por temor a espinarse; no observa ni siente las olas del mar por miedo a ahogarse; no sale al campo por miedo a una serpiente; o teme entablar una relación íntima para evitar que puedan herirlo: todo absolutamente injustificado.
¿Acaso estamos permitiendo que el temor… a todo, nos robe la espontaneidad, alegría, disfrute, sensibilidad y solidaridad humanas? ¿No fue a disfrutar de esta vida que vinimos a este mundo? ¿No está Dios al lado de nosotros para cuidarnos?
Siento que debemos forzarnos por no permitir hacernos tristes. Tenemos todo para ser felices. Solo se requiere cambiar de actitud. Tenemos que sonreír más, saludar a las personas y demostrarles que nos interesan; pero especialmente, hacer algo para que sientan que las amamos. Es todo lo que necesitan para cambiar esa cara recelosa, seria, preocupada, por la otra: alegre, fresca, radiante de… amor.
Inténtelo, no es tan difícil y cuántos amigos nos regala. Comience ahora, que se sentirá muy bien. No olvide que «EL QUE ES RICO EN AMIGOS, ES POBRE EN DIFICULTADES.»
Reciba un cordial saludo Dr. Amauri; me contenta leer esas líneas porque refuerzan en mi el concepto de riqueza que siempre sostengo que la misma es dada por las amistades y el tiempo. El que cuenta con éstas dos variables se puede considerar multimillonario porque cuenta con libertad y con la alegría de vivir con amor al prójimo. Reciba un fuerte ABRAZO de año nuevo junto a su muy querida Sra. Nancy y su bella familia.
Muy bueno esos cometarios de vivencias de vida q bien.
Gracias por enviarlos. Me srivieron de mucho