LA VEJEZ
Definir La Vejez depende, como cualquier otro estado o concepto, de la óptica y/o mentalidad del analista. Entre otros, para algunos es un estado indeseable, para otros deprimente, para otros de orgullo o de triunfo. Esto nos indica que el concepto va a depender de la mentalidad y forma de ver la vida y las cosas, de quien la conceptúa. Conozco personas que a los Cincuenta años se consideran viejos y otros que, a los ochenta o más hablan de nuevos proyectos a desarrollar. En este mismo sentido, he observado personas encorvadas a temprana edad y otras que con el doble de años, andan erguidos. En el fondo, yo creo que el problema es que para algunos la vejez es una especie de enfermedad, en cambio, para otros es un estado normal de nuestra existencia, dentro de los cuales, por cierto, me encuentro yo.
Tuve una niñez increíblemente difícil, en condiciones realmente penosas, pero no puedo decir que fuí un niño triste, sino quizás un poco menos feliz que algunos otros. Mi adolescencia no fue un camino de rosas, pero disfruté de la amistad, cariño de los chicos y chicas de mi edad; y sin llegar a ser un Casanova, logré la intimidad de aquellas que me interesaron, lógicamente dentro de las limitaciones de la cultura de la época. En mi adultez, puedo decir que, independiente de la cantidad de años que he tenido, no me arrepiento de nada de lo que he hecho ni de lo que he dejado de hacer. Aunque con bastante dificultad, trepé sobre los inconvenientes de mi condición económica y social, y, ya sobre los Cuarenta años logré mi Grado Universitario y dos postgrados, aunque el último lo recibí a los Sesenta Años, que para mi forma de ver la vida, aun estaba joven.
Luego, entre los Cincuenta y Sesenta años pude hacer voluntariado gratuito, dando Conferencias en diferentes Instituciones sin fines de lucro, tanto de carácter Social como Académico, sobre temas como la Superación Personal y el Crecimiento Espiritual. Entre los Sesenta y Ochenta años, alcancé quizás mi mayor ambición: llevar mi mensaje de amor y solidaridad humana, a la mayor cantidad de personas posible, mediante mi Blog www.unavidafeliz.com, que ha sido visto por más de 2.500.000 Cibernautas en más de Noventa Países. El corolario de toda esta narración, que quiero destacar, es que en la realización de ninguna de estas actividades, me he sentido realmente viejo, aunque algunas veces un poco cansado, lo cual me obliga de determinar que el sentimiento de vejez, es solamente un estado mental absolutamente controlable.
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